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¿Cómo ha cambiado el consumo?

16 dic 2011 - 00:00

C. Pareja.- Que el consumidor ya no gasta ni invierte en moda lo mismo que antes no es ningún secreto. Desde el inicio de la coyuntura económica se ha observado cómo el consumidor estándar ha evolucionado hacia un consumidor que piensa antes de comprar y no actúa por impulso. Pero, ¿cuáles son las claves del cambio del consumo? Y, ¿qué hay que hacer para reactivarlo?

Ayer tuvo lugar en la sede de la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp) una mesa redonda en la que se debatieron asuntos relacionados con el cambio del consumidor en el ámbito del textil y la moda. El acto estuvo dirigido por Josep María Galí, profesor titular del departamento de dirección de marketing de Esade.

 

Según Galí, el consumo no se puede entender si no se presta atención a la evolución de la sociedad. “Para reactivar el consumo en la moda, se debe conocer al cliente y se debe saber qué quiere; sólo de esta manera se podrá ofrecer lo que buscan”, asegura Galí.

 

Uno de los consejos que lanzó Galí a los empresarios del sector textil que asistieron a la reunión fue que no dejaran pasar ninguna oportunidad ni ninguna opción sin cubrir. “Para que la empresa funcione se debe salir del ahora y empezar a mirar al futuro –explicó Galí-; hay que hacer planes y saber hasta dónde se quiere llegar”.

 

“El consumo está en un momento de involución, las empresas no innovan, falta creatividad y eso, sumada a la situación económica, hace que el consumo no se reactive”, explica el experto. Como dice Galí, al consumidor hay que estimularle: “Antes se trabajaba para consumir, ahora se ha abierto una especie de caja de pandora y el trabajador sólo quiere trabajar para ahorrar y reprime sus ganas de comprar”.

El futuro del consumo

 

Durante la coyuntura económica, además de hacerse latente una recesión en el consumo, también se han podido apreciar nuevas conductas por parte de los consumidores hacia las grandes marcas.

 

Firmas de moda low cost, que apuestan por diseño actual a una calidad baja, se han visto beneficiadas por los consumidores que buscan moda a buen precio. Algo parecido ha pasado en las marcas del sector del gran consumo, donde los consumidores han optado por dejar de comprar marcas y apuestan por adquirir productos de marcas blancas.

 

“En las últimas dos décadas, la desigualdad de la renta ha aumentado significativamente en la gran mayoría de países occidentales –aseguró Galí-; esto mismo ha hecho que los consumidores pidan a las marcas que sean más transparentes y más honestas, además de unos precios más reducidos”.

 

Por último, el consultor auguró una polarización de los segmentos y del mercado. “La única manera que hay de romper este mercado actual es una guerra de precios”, asegura Galí. Factores como el producto, los componentes con los que están realizadas las prendas, y el oficio volverán a tener importancia en el futuro y las marcas premium deberán empezar a justificar el precio de sus productos mediante la calidad para que puedan seguir creciendo y mantener las cifras de facturación actuales.