Back Stage

Clever & Cool, el secreto mejor guardado de políticos, empresarios y ‘fashionistas’

7 jun 2010 - 00:00

Virginia Fernández.- Existen iniciativas empresariales que por su diferenciación en actividad y público objetivo están sortean con más facilidad a la tan temida crisis. Esto es precisamente lo que le pasa a Clever & Cool, una web de compras personales por encargo donde lo imposible no existe. Y es que con tan sólo cuatro años de antigüedad, Clever & Cool, que se creó a partir de un capital de 25.000 euros, ha alcanzado una facturación de hasta 300.000 euros.Su creadora, Luciana Pinnola, detectó un nicho de mercado en el sector de las compras online. Muchos de los productos que se anunciaban en las revistas no se podían encontrar en España o no resultaban fácilmente asequibles. Por lo que este vacío, unido a la pasión por la moda y los viajes de Pinnola, hizo que emprender el camino de levantar un negocio propio resultase toda una aventura. La tienda online, con ventajas como la no acumulación de stock y capital inmovilizado en mercancías, era el camino lógico para poder avanzar más rápido y dar un trato personalizado al cien por cien. Según palabras de la propia Pinnola, “Clever & Cool nació pensando en la gente que no vive en una gran ciudad, en aquellos que no se defienden en otro idioma o simplemente en las personas que no tienen tiempo ni recursos para dedicarlos a la búsqueda de un capricho”. El público que frecuenta la página web de Clever & Cool es variopinto. Desde lujosas fashionistas que se niegan a aguardar la sagrada lista de espera de más de seis meses por un Birkin de Hermés, hasta políticos y empresarios que prefieren no ser vistos cargando bolsas de firma que pueden dar lugar a comentarios y reacciones desafortunadas. Pero no todo es lujo ni peticiones de ricos caprichosos, ni mucho menos. Según Pinnola, “tratamos de dar cobertura a todas las necesidades, aunque es cierto que nuestros honorarios no tendrían sentido si hablamos de prendas de Zara. Tenemos mucha más clase media con peticiones más económicas a quienes les supone una dificultad enorme encontrar una prenda de Custo o una cazadora de Belstaff en sus lugares de residencia”. Aunque si por algo se distingue Clever & Cool es por ese servicio exclusivo y global que ofrecen, hasta el punto de convertirse en auténticos conseguidores virtuales. Entre sus últimos retos superados están las gafas de sol Eye Cat de Alexander Wang (agotadas en todo el mundo salvo en Australia), un 2.55 baby de Chanel en color rosa, tan sólo disponible en Estados Unidos, y el último par de botas Golden Goose traídas especialmente desde Hawai. Para lograr sus objetivos, Clever & Cool cuenta con un equipo capaz de acercar lo inalcanzable a cualquier persona y lugar del planeta. “El equipo es joven y de momento se compone de dos personas en el despacho, un técnico para la página web y una extensa red de colaboradores freelance en función del encargo a realizar”, explica Pinnola. Los más de ocho años de experiencia profesional, llevando cuentas de lujo como LVMH, Rolex y marcas de alta cosmética, han hecho de Luciana Pinnola una experta en el funcionamiento de las marcas de lujo a nivel local y global.