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Chalhoub, Almana y Alshaya, los sultanes de la moda del Golfo Pérsico

Sarah García

7 oct 2013 - 04:48

Oriente Medio se ha convertido en una de las regiones más relevantes en los planes de expansión de firmas de lujo internacionales como Hermès, Louis Vuitton o Armani. En la zona del Golfo Pérsico, sobre todo, las enseñas del sector han encontrado a un público ávido de exclusividad y savoir faire y a unos socios locales cuyas historias, en algunos casos, parecen salidas de los cuentos de Las mil y una noches. Un ejemplo de ello es la familia Chalhoub.

 

Con una trayectoria empresarial de más de medio siglo, los Chalhoub son los socios en Oriente Medio de firmas como Chanel, Louis Vuitton, Ralph Lauren, Lanvin, Céline o Marc Jacobs.

 

La historia de la familia comenzó en Damasco (Siria), donde Michel y Widad Chalhoub fundaron en 1955 una pequeña tienda que vendía Baccarat, Christofle y Jean Patou a la clase alta de la ciudad. Con la bonanza que llegó a la región por el descubrimiento de las reservas de petróleo, los hermanos Chalhoub decidieron abrir mercado y presentarse a los jeques de Kuwait, Dubai, Abu Dabi, Qatar, Omán y Arabia Saudí.

 

Tras su vuelta, en 1958, y con la reciente creación de la República Árabe Unida (surgida de la unión de Egipto y Siria), la familia decidió trasladar sus negocios a Beirut (Líbano), pero en 1975 la guerra civil estalló en el país y tuvieron que mudarse de nuevo a Kuwait. Allí, el negocio creció y Anthony y Patrick Chalhoub, segunda generación de la familia, se incorporaron a la gestión de la compañía. Cuando en los noventa Saddam Hussein invadió Kuwait, la empresa se mudó por última vez y estableció su centro de operaciones en París.

 

Actualmente, el grupo Chalhoub tiene su sede central en Dubai y cuenta con oficinas en toda la región de Oriente Medio. La compañía, que se ha convertido en uno de los mayores distribuidores de moda y productos de lujo de la región, gestiona 400 tiendas en catorce países.

 

Pero no todas las compañías que tienen acuerdos de licencia con firmas internacionales empezaron sus negocios en la industria de la moda. Al Tayer Insignia, uno de los rivales de Chalhoub, inició su trayectoria empresarial en los sectores de la construcción y la automoción, aunque ahora cuenta con un portfolio de alrededor de sesenta firmas de moda entre las que se encuentran Bottega Veneta, Dolce & Gabbana, Giorgio Armani, Gucci o Saint Laurent.

 

Tampoco empezó con el negocio de la moda el grupo Almana. Conocido por ser uno de los conglomerados líderes en sectores como el metalúrgico, el de los medios de comunicación o el inmobiliario, el grupo Almana cuenta con una división de retail que es la responsable de la apertura de tiendas de firmas como Hermès, Balenciaga y Roberto Cavalli.

 

También existen otras compañías, mucho más pequeñas, centradas exclusivamente en la industria de la moda. Ejemplos de ello son Rubaiyat, que tiene entre sus clientes a Ermenegildo Zegna, Brioni, Kenzo y Prada, y Tony Salamé Group, que cuenta con una importante red de tiendas multimarca con firmas de moda internacionales.

 

Gran distribución en el Golfo 

No sólo las enseñas de lujo han encontrado en estas compañías familiares un socio a su medida. Empresas de gran distribución como Topshop, H&M, Muji o River Island son una pequeña parte de la importante cartera de marcas de fast fashion de Alshaya Retail, propiedad del grupo Alshaya, el más antiguo de la región.

 

Fundado en 1890, el grupo Alshaya ha extendido sus negocios a sectores como el farmacéutico, el de la alimentación o el hotelero, con acuerdos con empresas como Starbucks u Office Depot.