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C. García (Jack&Jones): “Todavía son muchas mujeres las que toman las decisiones en moda masculina”

Carlos García es director de Jack&Jones para España y Portugal. García está en el cargo desde 2006 y, durante estos años, ha pilotado el desarrollo de la marca en todos sus canales de distribución.

Silvia Riera

8 jun 2017 - 04:41

Carlos García (Jack&Jones): “El ticket medio es similar al de los 90, lo que ha cambiado es la cantidad de prendas por ticket”

 

 

Carlos García es director de Jack&Jones para España y Portugal. García está en el cargo desde 2006 y, durante estos años, ha pilotado el desarrollo de la marca en todos sus canales de distribución. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y en Márketing y Dirección Comercial en la Universidad de Valladolid, García ocupó cargos de responsabilidad en Inditex, en las cadenas Zara, Bershka y Pull&Bear, antes de dar el salto a Bestseller.

 

 

Lee la entrevista completa en el Modaes.es Dossier

El Hombre: Nuevo yacimiento para la moda 

 

 

Pregunta: ¿Cuál es la principal diferencia entre los mercados del hombre y la mujer?

Respuesta: No existen grandes diferencias. Los chicos han evolucionado hacia un nivel de exigencia muy alto. El hombre en general, valora más la autenticidad y el respeto a un estilo de vida verdadero que una tendencia que no tenga respaldo.

 

P.: ¿Es más fácil competir en hombre?

R.: En el mercado de mujer es muy difícil resaltar por la alta concentración de competidores, pero también es más fácil tener una posición intermedia. En el caso del segmento masculino joven, en ocasiones o estás dentro o estás fuera. Ese campo intermedio que existe en mujer, aquí no es tan amplio.

 

P.: El fast fashion y el low cost también han entrado en este segmento. ¿Pueden crecer aún más en la moda masculina?

R.: Cada vez hay más hombres buscando fast fashion y, en esta búsqueda, la calidad no siempre ocupa la primera posición en sus prioridades. En nuestro caso, intentamos cubrir parte de ese segmento con algunos precios de entrada muy agresivos, reduciendo márgenes internos y manteniendo niveles de calidad. Pero la creciente demanda nos ha llevado a explorar en ese campo y en breve será muy visible un concepto que aborda el low cost masculino de una forma muy innovadora y agresiva.

 

 

 

 

P.: ¿Cree que la moda masculina va a una velocidad similar a la femenina?

R.: En ciertos segmentos, ha llegado un punto en el que las velocidades se han sincronizado. Aunque, en general, la mujer sigue visitando mucho más los puntos de venta, lo que de forma natural provoca la alta rotación.

 

P.: ¿La mujer compra aún la ropa al hombre?

R.: Hay datos que indican que la mujer también contribuye a que el mercado de hombre se mueva más deprisa. Hay informes que desvelan que todavía son muchas mujeres las que compran nuestros productos y, en muchas ocasiones, también las que toman las decisiones. Madres, novias o hermanas. Estas mujeres exigen la misma velocidad que en su propio sector.

 

P.: ¿Los hombres gastan más o menos en moda que hace quince años?

R.: En términos monetarios, y con los cambios de ciclo, podría sorprendernos la similitud del ticket medio de los noventa con respecto a la actualidad. Dónde quizá ha habido más desarrollo ha sido en la cantidad de prendas por ticket, la rotación o la complementariedad. Hoy, el consumidor quiere terminar su outfit con prendas o accesorios que antes ni siquiera se ofrecían.

 

 

 

 

P.: ¿Gastan más dinero en moda que la mujer?

R.: Continúa siendo cierto que, cuando el hombre sale a comprar, compra. Y lo hace de los pies a la cabeza. No obstante, esta compra concentrada aún nos deja lejos de la suma de los continuos picoteos de ellas, que tienen la compra de moda integrada en su actividad de ocio. Esta es una de las razones por las que, en ocasiones, puntos de venta en centros comerciales nos funcionan mejor que en calles comerciales, ya que el hombre no concibe tanto la compra imprevista dentro de otra actividad o de camino a ella. Cuando compra, es porque tiene decidido ir a comprar.

 

P.: No obstante, ¿van más veces a las tiendas que quince años atrás?

R.: La frecuencia es mucho más alta, sobre todo desde el punto de vista de la omnicanalidad, por la cercanía digital de la tienda a sus lugares favoritos en ese entorno, como las plataformas de visionado de eventos deportivos, gaming, redes sociales... En este cruce de actividades, que en ocasiones puede concurrir en compra, sí que se acerca al comportamiento femenino de consumo durante otra actividad o de camino a ella.

 

P.: ¿Los hábitos de consumo del hombre son los mismos en todo el mundo o varían?

La digitalización y el gran desarrollo de las redes hace que las tendencias, de forma natural, lleguen cada vez de manera casi simultánea a todas partes. Hay un factor cultural que puede ejercer un efecto de aceleración o ralentización de este movimiento y, por último, el factor tradicional que afecta más al colorido o los fittings que a la tendencia global. También hay diferencias en las compras en precio.

 

 

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El Hombre: Nuevo yacimiento para la moda