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Bounty, el imperio del lujo multimarca en Canarias

La cadena de tiendas multimarca, pilotada por José Francisco Álvarez, está especializada en gama alta. La empresa cuenta también con un concepto de moda joven By Bounty y uno de moda femenina, Pinup. 

J.V.

19 abr 2017 - 04:41

Bounty, el imperio del lujo multimarca en Canarias

 

Un pequeño local de dieciocho metros cuadrados en los bajos del Hotel Los Príncipes de Puerto de la Cruz fue el origen de Bounty, la cadena canaria de tiendas multimarca de lujo nacida hace cuarenta años de la mano de José Francisco Álvarez.

 

Cada semana, cuando el empresario bajaba la persiana del negocio, cogía un vuelo con destino Barcelona para buscar moda para vender en la tienda. Cuatro décadas después, Bounty tiene veinte establecimientos, es referente de la moda de lujo en el archipiélago y ha dado lugar a dos spin-offs: el concepto de moda joven By Bounty y la cadena de moda femenina Pinup. La compañía de tiendas multimarca de gama alta vende productos de Balenciaga, Jimmy Choo, Prada, Valentino, Dolce&Gabbana Saint Laurent.

 

Pese al carácter turístico de las islas, gran parte de la clientela es local, en especial en la cadena joven del grupo. “Canarias no figura todavía en el circuito del turismo de compras”, explica Álvarez, al frente de una plantilla de cien trabajadores.

 

Bounty abre tiendas cada dos años y aprovecha el vacío de puntos de venta monomarca de lujo en Canarias, que le permite distribuir en exclusiva primeras marcas a través de corners, como los de Céline y Off -White, que se pondrán en marcha en 2018.

 

La cadena empezará este año a vender online aunque sólo fuera de la Unión Europea, para evitar hacer frente al IVA. El principal hándicap, sin embargo, no son los impuestos, sino los costes del transporte aéreo y la congestión de los puertos canarios. “Si la mercancía no embarca un viernes, se queda una semana retenida en el puerto de origen”, lamenta Álvarez.  

 

 

El bendito clima

La temperatura media de 22 grados que disfruta el archipiélago canario influye en el tipo de producto que venden las tiendas de moda. “El invierno nos lo tenemos que inventar”, comenta Álvarez. Así, en octubre no se comercializan prendas de abrigo sino prendas de entretiempo de colores más discretos.

 

La climatología también es un aliado de los comercios de moda, ya que durante los escasos días de lluvia en Canarias los turistas cambian la sombrilla y las chanclas por un paseo para comprar ropa.