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Birkin, el ‘it bag’ que no se puede comprar

Iria P. Gestal

21 ene 2016 - 04:50

Cuenta la leyenda que un día de mayo de 1984, durante un vuelo de Air France de París a Londres, la actriz británica Jane Birkin coincidió en el avión con Jean-Louis Dumas, entonces presidente de Hermès. Birkin se quejó al ejecutivo de que no existía en el mercado una buena bolsa de fin de semana para mujer en cuero lo suficientemente grande pero no muy pesada. Dumas tomó nota y, poco después, la actriz recibía un paquete con un bolso diseñado a su medida, que la casa francesa bautizó con su nombre.

 

Es difícil saber hasta qué punto es verdad la historia, porque todo lo que rodea al Birkin de Hermès tiene un aura de misticismo, empezando por el mismo acto de la compra. Con un precio de partida de 8.000 euros, el Birkin es el más caro de todos los bolsos icónicos de otras firmas como Fendi o Chanel.

 

La lista de espera no oficial para conseguir uno oscila entre ocho meses y varios años. A las más de trescientas tiendas de Hermès en todo el mundo sólo llegan dos o tres bolsos, que se reservan para clientes especiales. El resto de consumidores potenciales han de esperar un tiempo a priori indefinido. Es parte del secretismo que garantiza que el Birkin mantenga un aura de lujo que otras marcas han perdido por la masificación. A pesar de su relativa sobreexposición, todavía se considera inaccesible.

 

Los bolsos se realizan en las plantas de producción propias de Hermès, de las cuales la más importante es la de Pantin, en París. Un artesano realiza cada uno de principio a fin.

 

Hermès no revela cuántos Birkin vende al año. En 2014, la compañía facturó 1.800 millones de euros por las ventas de productos de piel y talabartería, casi un 13% más que el año anterior. Durante el primer trimestre de 2015, las ventas de esta categoría ascendieron a 511 millones de euros, un 25% más que en 2013.

 

 

El mito de la lista de espera

La lista de espera, aunque desmentida oficialmente desde Hermès, es uno de los mitos que envuelven al Birkin, garantizándole un aura de inaccesibilidad. En 2009, un libro puso en duda esa teoría poniendo en peligro uno de los pilares del éxito del bolso emblemático de Hermès.

 

Bringing Home the Birkin: My Life in Hot Pursuit of the World's Most Covetet Handbag  describe cómo el asesor Michael Tonello logró hacerse con 130 Birkin en sólo tres meses en 2004. Tonello explica que, para acelerar el proceso de compra, acudía a la tienda con artículos de Hermès que superaban los 2.000 euros, lo que le hacían parecer un comprador habitual.