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Ángel Asensio (Moda España): “El Gobierno debería reducir la fiscalidad, como ha hecho toda Europa”

El presidente de la Confederación Moda España califica de “agravio comparativo” que parte de la industria de la moda quedara fuera de la lista de sectores que pueden optar a las ayudas directas del Gobierno.

I. P. G.

1 abr 2021 - 04:56

Ángel Asensio (ModaEspaña): “El Gobierno debería reducir la fiscalidad, como ha hecho toda Europa”

 

 

La moda está en pie de guerra. Todas las asociaciones del sector se han plantado contra el Gobierno por la exclusión de varias de sus categorías (la mayoría en industria) de la lista de sectores que pueden optar a los 7.000 millones de euros de ayudas directas. Entre ellas se encuentra Confederación Moda España, que preside Ángel Asensio. “Es una injusticia y un agravio comparativo”, denuncia el empresario, que propone que en lugar de por tipo de actividad se repartan según la caída de ingresos. Más allá del bache, Asensio sugiere que la moda debe emprender una transformación que pase por más sostenibilidad y digitalización, con un tejido de empresas fortalecido mediante de operaciones corporativas. “La confección española necesita crear grandes empresas”, defiende.

 

 

Pregunta: Buena parte de la industria de la moda se ha quedado fuera del paquete de ayudas directas del Gobierno. ¿Cómo se lo han justificado?

 

Respuesta: Aparentemente, la lista de códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (Cnae) se ha seleccionado a partir de la estadística de expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes). Pero debería aplicarse un criterio común para todos, y ese debería ser la caída del 30% de facturación. Porque esto no va sólo de Cnaes. Una tienda de chucherías en Rambla Cataluña de Barcelona o en la Plaza Mayor de Madrid puede no ser una actividad particularmente afectada, pero que se ha visto muy golpeada en un caso concreto por su ubicación. Todo el mundo tiene que tener el mismo derecho porque es una causa de fuerza mayor. Es una injusticia y un agravio comparativo. Hay comunidades autónomas, como Madrid, que lo están complementando dando ayudas directas a esos sectores que se han quedado fuera.

 

 

P.: ¿Todo el sector entra en ese parámetro del 30%?


R.: Nuestro sector ha sufrido mucho. En plena pandemia, hicimos un informe con EY en el que estimábamos una caída media de entre el 20% y el 40%. Ahora se está demostrando que vamos a estar en el tramo alto de esa horquilla.

 

 

P.: ¿Qué otras medidas podrían ponerse en marcha?


R.: En España esta crisis nos ha cogido con dos debilidades. Una, que antes era una fortaleza, es el turismo, que evidentemente tiene un efecto directo en el sector textil. La otra es la elevada deuda pública. Esas dos circunstancias hacen que la capacidad del Gobierno para dar ayudas directas sea menor. La solución tendría que ser, en primer lugar, ofrecer flexibilidad a las empresas para que puedan adaptar sus estructuras. Si se salva la empresa se salva el empleo. También se debería reducir la fiscalidad, como se ha hecho en toda Europa.

 

 

 

 

 

 

P.: Se ha sugerido una rebaja del IVA, ¿es la solución para reactivar el consumo?

 

R.:  Eso depende de Europa, lo que necesitamos son ayudas directas y flexibilidad. Y, sobre todo, una estrategia a futuro que pase por la internacionalización, por la calidad y por la digitalización para ser más eficientes y aumentar el tamaño medio de la empresa española de la confección. Que el precio no sea un elemento fundamental.

 

 

P.: ¿Cómo se puede engordar el tamaño de las empresas del sector?

 

R.: Con crecimiento inorgánico, que es rápido. Hay que crear grandes grupos de empresas, economías de escala y sinergias y es lo que puede dar fortaleza a nuestro sector. Es como el vino: si coges dos bodegas que producen la misma calidad, una francesa y la otra española, la francesa lo vende tres veces más caro, así que factura tres veces más, tiene más margen y también puede pagar más a sus empleados.

 

 

P.: ¿Qué es lo que frena al sector para que eso se produzca?

 

R.: Estamos yendo en esa dirección, pero tiene que haber un proyecto de país. En un mundo abierto, globalizado, tenemos que saber defender lo nuestro, lo cual no es incompatible con la globalización.

 

P.: En el reparto de los fondos europeos, ¿qué lugar esperan que ocupe el sector?

R.: Todavía hay dudas, porque no está definido y el Gobierno alemán ya ha adelantado que se iban a retrasar. Tenemos dudas y eso genera incertidumbre y miedo. Pero es importante que lleguen y que lleguen bien. Hay sectores que se deben definir como estratégicos, sobre todo en el área industrial, que se ha demostrado clave durante la pandemia. En estos sectores las ayudas a fondo perdido deberían ser superiores. Y esas ayudas deberían destinarse a transformación, digitalización, sostenibilidad, internacionalización y formación.

 

 

 

 

 

 

P.: Ha pasado un año desde el estado de alarma. ¿Cuál es ahora el estado de salud del sector?


R.: Bastante delicado, porque llevamos sufriendo desde 2005. A eso se sumó la crisis de 2008 y una caída progresiva del volumen de ventas y del margen. Es un sector con un margen muy pequeño, y eso significa poca capacidad de inversión, poca sostenibilidad económica y además poca retribución a los empleados. La pandemia comenzó en España en marzo, lo que supuso que media campaña se perdió. Arrancó en junio, ya en rebajas, lo que le resta todavía más margen al sector.

 

 

P.: ¿Cuándo llegará la recuperación al sector?


R.: Como en verano no se vendió todo lo que se tenía que vender, e invierno no fue tampoco un alegría, hay excedentes en las tiendas, y eso significa menos compras. Hasta el segundo semestre de 2022 no empezaremos a recuperar cierta normalidad.

 


P.: ¿Las empresas que han aguantado hasta ahora son las que saldrán de la crisis o habrá más quiebras?


R.: No se sabe, porque ahora mismo hay una parte de la economía que está dopada con créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y Ertes. Hemos ganado un año, pero no sabremos en qué situación estaremos cuando se quiten esas ayudas.