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Alicia Gimeno (Fimi): “El niño se ha convertido en un motivador de consumo y es importante saber sus gustos”

S. Riera

17 abr 2014 - 04:47

Alicia Gimeno es directora de la feria de moda infantil Fimi. Gimeno ha sido responsable de la transformación que ha llevado a cabo este evento, que cuenta con una larga trayectoria en el mercado español. El evento, que sigue organizando Feria de Valencia, se estrenó el pasado enero en Madrid, donde tiene previsto permanecer, al menos, durante 2015. La directiva explica que fue el sector quien pidió que se reinventara el certamen, “porque se había quedado en punto muerto”.

 

Pregunta: ¿Qué ha ocurrido para que Fimi tuviera que reinventarse 35 años después de su puesta en marcha? 

Respuesta: Estamos en un entorno cambiante. En la búsqueda de cómo generar un mayor negocio en feria, analizamos varias fórmulas. Dibujamos un nuevo proyecto con el que reinventar la feria para que fuera más global, que abarcara todo el universo de la moda infantil; para que fuera low cost, que optimizara al máximo la participación de los expositores; que fuera itinerante y que fuera más internacional. Es un objetivo prioritario incrementar la internacionalización en la oferta, pero sobre todo, en la demanda.

 

P.: ¿Por qué salir de Valencia?

R.: Nos lo pedía el mismo sector. Nos pedía que moviésemos ficha porque Fimi se había quedado en punto muerto. Nos pedía una reinvención. Y la opción fue movernos hacia donde estuviera el negocio y hacia donde todos los protagonistas de Fimi (expositores y visitantes) optimizaran los costes de la feria.

 

P.: ¿Mantendrá Fimi el carácter itinerante o permanecerá en Madrid?

R.: El proyecto nace como itinerante, pero lo que no podemos es marear ni al expositor ni al visitante. Por el momento, tenemos que afianzarnos en la nueva plaza. Una vez consolidado el proyecto en Madrid, volveremos a buscar una nueva ubicación. Para 2015, Fimi continuará en Madrid.

 

P.: Para esta edición de verano, anunciasteis una semana de la moda con tres días de desfiles. ¿Trata de hacer un gran evento que compita de manera directa con el resto de certámenes europeos?

R.: Nuestro empeño es plantear una oferta que despierte el interés y que provoque que todo el mundo mire hacia Fimi. La pasarela, que hasta ahora era un desfile, tuvo un gran éxito en enero. Muchas firmas se quedaron sin desfilar y planteamos nuevas fórmulas para que todas las empresas que lo quisieran pudieran estar sobre la pasarela.

 

P.: ¿Qué otras acciones tienen previstas para las próximas ediciones?

R.: Intentamos reinventarnos en cada edición con fórmulas nuevas que aporten valor. En julio, el proyecto estrella va a ser la semana de la moda infantil. Por otro lado, al margen de la vertiente comercial, Fimi impulsa Moda Solidaria en colaboración con ONGs relacionadas con la infancia.

 

P.: ¿Se han puesto objetivos a corto o medio plazo?

R.: Hemos puesto en marcha estrategias para incrementar el número de visitantes. Hemos empezado a trabajar con Icex, Asepri y Children Fashion Europe para atraer visitantes de Latinoamérica. Por ahora, hemos recibido respuesta de compradores que hasta ahora no habían venido a Fimi de países como Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá y República Dominicana.

 

P.: ¿Qué porcentaje de visitantes internacionales tuvo Fimi en su última edición?

R.: En enero, Fimi tuvo unos 7.000 visitantes, un 20% más que en enero del año anterior. El 20% corresponde a compradores internacionales, una cifra que en enero aumentó un 15% en relación a 2013. La mayoría de los compradores de fuera proceden de los mercados tradicionales, aunque este año sorprendió el fuerte crecimiento de los de Rusia y de los Emiratos Árabes.

 

P.: ¿Qué ha ocurrido en el segmento de la moda infantil en estos últimos años en España?

R.: El comercio ha pasado una temporada muy dura. Aun así, en enero vi en la feria que los compradores estaban ilusionados, en el sentido de que se veía una tímida recuperación del consumo. Esto animó al visitante nacional a comprar en Fimi. Sin embargo, hay una necesidad de someterse a un proceso de desarrollo continuado. El comercio tradicional en España está en un periodo de adaptación y reinvención.

 

P.: ¿La entrada de la gran distribución en este segmento del mercado, con operadores como Kiabi, Primark, Zara Kids o H&M, qué repercusión ha tenido?

R.: Lo han transformado, pero no desde un punto de vista negativo, sino que lo han enriquecido. Su presencia supone la búsqueda de nuevas oportunidades. El consumidor está sometido a una crisis de lealtad y el pequeño comercio debe hacer valer su valor emocional para que el consumidor siga comprando en su establecimiento.

 

P.: ¿Cree que las familias españolas gastan más, menos o lo mismo que antes en moda infantil?

R.: Las familias gastan un poco menos, pero lo poco que tienen lo gastan en los hijos. El niño, por otro lado, también es más exigente, tiene más información y se ha convertido en un motivador de consumo. Los niños son los que dicen ‘Mami, quiero esto’. La sobrecarga de información que tienen, ya sea a través de los móviles o de las tabletas, los convierten en motivadores del consumo. Es importante saber cuáles son los gustos del niño.

 

P.: ¿Cómo cree que va a evolucionar este mercado en los próximos años?

R.: Estamos en una sociedad donde todo va muy rápido. Ahora a los doce años ya son pre-adolescentes, son niños más despiertos y con una mayor capacidad de decisión. Conocer al niño será un factor clave para la transformación del comercio. Porque la tienda tradicional está abocada a transformarse o a transformarse. No tiene opción. Y en esta transformación, el niño es clave.

 

P.: En Europa, en pocos años, se han creado cuatro nuevos salones de moda infantil (en Londres, París, Ámsterdam y Barcelona). ¿Perjudica o beneficia a ferias de largo recorrido como Fimi o Pitti Bimbo?

R.: Se verá a largo plazo. Cada una de estas ferias tiene su proyecto. Son ferias pequeñas, de un producto específico. Kleinefabriek poco tiene que ver con lo que se ve en Fimi. Están muy sectorizadas. Fimi, en cambio, tiene un proyecto abierto, en el que tiene cabida todo aquel que tenga algo que decir en moda infantil. No entramos en competencia.

 

P.: ¿Ha influido en la necesidad de cambio de Fimi la feria de moda infantil puesta en marcha en Barcelona?

R.: Hay bastante diferencia entre Fimi y Little Barcelona. La feria de Barcelona nace con un proyecto de empresas muy definidas en estilo y, por el momento, no ha logrado dar el salto al comprador internacional. Es una feria interesante, pero poco tiene que ver con Fimi. Incluso podríamos ir de la mano y coordinar fechas si algún día llegamos a Barcelona. ¿Por qué no? Se trata de crear plataformas para dar respuesta a las empresas.

 

P.: En Madrid, Ifema trata también de aproximarse al segmento infantil a través de la feria de puericultura y de abrir un área específica en la feria de moda Momad Metrópolis. ¿Podrían llegar a coordinarse?

R.: Es difícil. Little Barcelona tiene muy bien acotado al expositor y, sin embargo, Ifema cuenta con un evento global de moda en el que cabe el segmento infantil. No podemos establecer el mismo tipo de sinergias porque no es el mismo planteamiento.