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Afterwork: Xavier Berneda, las reglas del juego, claras

S. Riera

10 jul 2015 - 04:51

QUIÉN

Xavier Berneda

CARGO Y ESPECIALIDAD

Director general Munich

DÓNDE

Xiringuito de l'Escribà. Frente a la playa de Barcelona, cerca del trabajo

QUÉ

Café solo y agua con gas

CUÁNDO

16:00 h. de un martes

FIN DE SU JORNADA LABORAL HABITUAL

A las 16:00 h., seguro que no

 

 

 

Xavier Berneda, director de Munich, recuerda oír decir a su abuelo, Lluís Berneda, que donde no hay beneficio, cerca está la pérdida. Es una de las máximas infalibles que el empresario tiene presente. Berneda pasó una etapa de su vida muy ligado a su abuelo paterno, fundador de la compañía, y, aunque en aquel momento no fue consciente de ello, con el tiempo se ha dado cuenta de lo mucho que aprendió de él.

 

Según Berneda, uno de los principales errores en las empresas hoy en día es “la falta de poder ejecutivo”. “El consejero delegado dice y el resto actúa, así es como funciona”, sentencia el empresario. “Cuando te juegas tu dinero y tu reputación, no puedes pasar el rato haciendo informes”, asegura. Para él, “un buen gestor debe ser ante todo honesto y, si las reglas del juego son claras, no se equivocará”.

 

Copropietario de Munich junto a su hermano David, Xavier Berneda se define como “zapatero”. “Este es mi oficio”, señala. Berneda entró en la empresa familiar porque no le quedaba ninguna otra opción. El empresario asegura haber sido muy mal estudiante y haber ido de colegio en colegio hasta llegar a quinto curso de Administrativo. “Era un crápula, con el único objetivo de pasarlo bien, sin ninguna responsabilidad”, recuerda. No obstante, ahora participa en charlas sobre gestión en Esade y contempla la opción de estudiar un PDD, aunque afirma que muchos de los casos de estudio que se le plantean son a los que se enfrenta todos los días. “La escuela no garantiza el éxito a nadie”, sentencia Berneda. Aun así, a la hora de realizar nuevas incorporaciones en Munich, la formación se valora tanto como la experiencia. “Formación y capacitación”, subraya.

 

El empresario asegura que si ha llegado hasta donde está es gracias a saberse rodear de personas inteligentes y leer libros “de trabajo”. “Soy muy hábil buscando compañeros de viaje y nunca leo novelas, sólo libros de márketing digital o de logística”, explica.

 

Berneda también fue lo suficientemente convincente como para persuadir a su padre, que entonces llevaba las riendas del negocio, de la necesidad de dar un giro estratégico a la compañía para alejarse del canal de distribución del calzado deportivo. “Teníamos que hacer algo diferente, entrar en otros segmentos, y optamos por rejuvenecer la marca, que era lo más divertido”, asegura.

 

El mejor momento que el empresario recuerda en Munich es el aterrizaje de la marca en Italia. “Entramos en establecimientos de primer nivel en el país de la moda y para nosotros supuso un gran reconocimiento”, rememora Berneda.  Por el contrario, uno de los peores tragos en el negocio fue su salida temporal de la empresa familiar. “Ves quién está contigo y quién no”, apunta. “Fue el máster más importante que he hecho en mi vida”, asegura el empresario, que más tarde retomó el control de la compañía. Para Berneda la empresa familiar sería como una cena de Navidad: “si todo el mundo colabora y nadie saca el tema, la cena funciona”.