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Afterwork: Manu Díaz, cuestión de confianza

El directivo cuenta con una extensa trayectoria, desde Tavex, pasando por la presidencia de patronales como el Consejo Intertextil Español (CIE), la confederación de la industria textil Texfor y la asociación de empresas algodoneras Aitpa. 

Iria P. Gestal

22 ene 2020 - 04:40

Afterwork: Manu Díaz, cuestión de confianza

 

 

Quién

Manu Díez

 

Cargo y especialidad

Vicepresidente del Consejo Intertextil Español (CIE)

 

Dónde

El Nacional, en Barcelona

 

Qué

Un capuccino

 

Cuándo

12:00 h.

 

Fin de su jornada laboral habitual

“Intento salir de la oficina a las seis para ir al campo, aunque por la noche salseo en el ordenador”

 

Manu Díaz lo ha vivido prácticamente todo en la industria textil. De los años de gloria de Tavex al cierre de fábricas, pasando por la presidencia de patronales como el Consejo Intertextil Español (CIE), la confederación de la industria textil Texfor y la asociación de empresas algodoneras Aitpa. Pero gestionar una compañía o una asociación, dice, no es muy diferente de entrenar un equipo de fútbol base, otra de sus pasiones. “Dinamizar un grupo es igual de difícil, porque al final cada uno tiene sus objetivos y la ira se gestiona mucho mejor que la frustración”, dice Díaz.

 

De su trayectoria empresarial, el mejor momento que recuerda es la etapa de expansión de Tavex, que en sólo unos años pasó de ser una pequeña compañía local de Bergara (Guipúzcoa) a un grupo global cotizado en bolsa y fusionado con el brasileño Santista. “Hubo que montar departamentos nuevos, crear una estructura de cero, pero la empresa era muy dinámica y muy joven y todo era ilusión”, recuerda el ejecutivo.

 

Ese empuje, asegura “lo superó todo, incluso nuestra propia falta de formación, porque nadie escatimaba esfuerzos”. ¿Cómo se logra esa implicación? “En una estructura muy poco jerarquizada, la relación entre las personas es clave; no creo en esa idea de cerrar el ordenador e irse, compartir inquietudes con los trabajadores es básico y fomentarlo es un valor imprescindible”, asegura.

 

 

 

 

Díaz defiende que motivar a un empleado pasa por hacerle sentir parte de la toma de decisiones. “Enrique Garrán, expresidente de Tavex y la persona que más me ha enseñado en esta profesión, me dijo que él era en realidad un director de recursos humanos; el objetivo era sacar el 100% de su equipo, gestionar las crisis y el éxito, que es lo más difícil”. 

 

Se trata, asegura, de una cuestión de confianza. “Nos han educado que perder el respeto al jefe es opinar diferente, cuando la verdadera falta de respeto es tener una idea buena y callártela”, sostiene.

 

Esa educación a la antigua es también, en su opinión, uno de los frenos para incorporar savia nueva al textil. “Hasta ahora, el proceso de fichaje era unidireccional, ahora es una relación bidireccional, aunque eso no quiere decir que deba ser igualitaria”, asegura. “Hay que cuestionarse todo el modelo de gestión, no romperlo; la falta de esa evolución termina acabando con el relevo generacional, porque la siguiente generación ve al padre quemado y no quiere seguir su camino”. 

 

El peor momento de su carrera también lo vivió en Tavex, donde tuvo que gestionar el cierre de una fábrica completa. “Por un lado, porque ves que un momento se acaba; por otro, por la incertidumbre de 200 familias, la ansiedad que genera en tantas personas”, recuerda. ¿Cómo se gestiona? “Aferrándose a la honestidad, y haciéndoles partícipes de que es la única decisión posible”, asegura.