Back Stage

Afterwork: José Antonio Conde, una carrera de fondo

El director general de Alba Conde y presidente de Cointega, que cuenta con una trayectoria de más de cuarenta años en el sector, no cree en las jornadas maratonianas y defiende la importancia de la experiencia para trabajar en moda.

Iria P. Gestal

19 ene 2018 - 04:54

QUIÉN

José Antonio Conde

 

CARGO Y ESPECIALIDAD

Director general de Alba Conde y presidente de Cointega

 

DÓNDE

La Granera, en el polígono de A Grela (A Coruña).

 

QUÉ

Agua sin gas

 

CUÁNDO

19:30h

 

FIN DE SU JORNADA LABORAL HABITUAL

“A las ocho, aquí no somos de jornadas maratonianas”

 

 

Afterwork: José Antonio Conde, una carrera de fondo

 

 

Aunque es economista de formación, la experiencia ha enseñado a José Antonio Conde a huir de los planes estratégicos. El empresario acumula más de cuatro décadas de trayectoria vinculado a la moda gallega: de su etapa más mediática, como impulsor del clúster Galicia Moda, hasta la más dura, viendo cómo en el polígono en el que lleva trabajando toda su vida las empresas echaban una a una el cierre. Él sobrevive, dice, yendo “pouquiño a pouco” pero con visión de futuro.

 

“Esto es una carrera de fondo con obstáculos”, dice Conde. “Nunca he hecho planes ni comunicado objetivos cuantitativos; si te metes en esa carrera tienes que ir trampeando, porque a nadie le gusta decir que no ha llegado y el papel lo aguanta todo”, defiende.

 

De su etapa en Galicia Moda, que aglutinaba a algunos de los diseñadores estrella de la moda gallega, dice que aprendió “que el empresario gallego es individualista, pero también espabilado”. “Al estar aquí, aislados, creo que hemos desarrollado más espíritu de sacrificio”, añade.

 

 

 

 

Recién graduado, Conde empezó a trabajar en el departamento financiero del astillero Astano. De ahí dio el salto a Caramelo, donde permaneció nueve años hasta que se decidió a emprender y puso en marcha Alba Conde recién estrenada la década de los noventa. Entonces, el éxito de Zara comenzaba a dejar ya claro que la etapa del diseño había dejado paso a la de la distribución. “Si Amancio hubiera nacido en Andújar, Zara se habría fundado allí; a mí, como empresario gallego, no me aporta nada, pero me alegro de que esté aquí”, dice.

 

En su etapa en solitario, el empresario asegura que nada ha cambiado en su forma de trabajar: “siempre he vivido las empresas como si fueran mías; si no vives esto intensamente es muy difícil trabajar en moda”, defiende. Pero, a diferencia de su periodo en Caramelo, a las ocho baja la persiana: “aquí no hay jornadas maratonianas, creo que cuando una jornada se alarga demasiado es por mala gestión”.

 

 

 

 

Para fichar, asegura, la experiencia es lo único que importa y, a la hora de organizar los equipos, es un fiel defensor de las estructuras horizontales. “Nunca he tenido directores, sólo responsables; es fundamental que el personal sea responsable y se sienta realizado”, explica. Ahora, su objetivo es mantener la empresa sólida para dar el relevo a su hijo, Pablo, que ya está incorporado en el día a día de la compañía.

 

“Cuando fue el momento, intenté ganar tamaño sumando fuerzas con otras dos empresas gallegas, pero no funcionó; hoy alguna se arrepiente”, dice. Conde asegura que en casa no se habla de trabajo, aunque los sábados los pasa visitando tiendas. Para desconectar, sólo tiene dos secretos: el fútbol (es seguidor del Dépor) y el Caribe. “Es infalible: vamos quince días cada año desde hace casi dos décadas y consigue que me olvide de casi todo”, confiesa.