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Afterwork: Isak Halfon, la felicidad a bordo de un avión

El consultor externo especializado en procesos de expansión internacional, que trabaja con la cadena de zapaterías Marypaz, inició su carrera profesional trabajando para Mango en Barcelona.

P. Riaño/ I. P. Gestal

11 oct 2018 - 04:57

 

QUIÉN

Isak Halfon.

 

CARGO Y ESPECIALIDAD

Consultor externo especializado en procesos de expansión internacional.

 

DÓNDE

Cafetería La Farga, en la Diagonal de Barcelona

 

QUÉ

Un Cacaolat y un café sólo descafeinado

 

CUÁNDO

12.30h

 

FIN DE SU JORNADA LABORAL

“No tengo final. Reconozco que soy lo que llaman un workaholic

 

 

 

 

Dice Isak Halfon que el lugar del mundo donde es más feliz es un aeropuerto, cuando está a punto de embarcar para dirigirse a cualquier lugar del globo. No en vano, Halfon lleva trabajando desde los años setenta y ha visitado 110 países de los cinco continentes. “No juego al golf, no tengo hobbies, así que trabajando en lo que me gusta en un aeropuerto estoy contento”, explica Halfon, uno de los mayores expertos de España en expansión internacional.

 

Natural de Estambul (Turquía) pero profundamente arraigado en España, Halfon inició su carrera en el negocio de la moda con un compatriota: Isak Andic. A principios de los setenta, el directivo comenzó trabajando en el almacén (“llevando una carretilla”, recuerda) en el local que el fundador de Mango tenía en el Mercadillo de Balmes, en Barcelona.

 

Después llegaría el local en las galerías El Camello, en el corazón de la capital catalana. “A mediodía cogía el coche para mover mercancía, ese fue el germen de la logística”, dice sonriente. Pero cuando Halfon descubrió su posición ideal fue en la tienda que Andic abrió en Las Ramblas, llamada Tejanos Isak. “Teníamos Levi’s, Lee... ¡incluso Macson! -recuerda-; yo siempre he sido vendedor: el producto nunca ha sido lo mío, pero negociar con él, sí”.

 

 

 

 

En los ochenta, con Mango ya creado, Halfon llegó a la posición que dice haber disfrutado más en toda su carrera, si bien la mejor experiencia de su vida asegura que fueron los meses que pasó en un kibutz en Israel cuando tenía 18 años. En los ochenta, el ejecutivo se hizo cargo del área de franquicias de Mango, primero nacionales y luego internacionales.

 

“En aquel momento, España era considerada casi como África y los inicios fueron muy duros porque el país no tenía la armada de empresas de moda que tiene hoy”, explica. Halfon, que dejó Mango en 2014 y que hoy en día asesora a compañías españolas como Marypaz y a otras extranjeras, dice que si algo ha aprendido en su carrera es que a la hora de entrar en un país es necesario contar con equipos locales. “Salvo en los países árabes, donde es mejor ser europeo”, precisa.

 

 

 

 

Dice que su “gran frustración” es no haber “triunfado” en Japón y que para decidir en qué mercado entrar hay que jugar con “un 50% de olfato y un 50% de dato”. “Cuando entramos en Brasil, mi estudio de mercado para decidir en qué calles abrir fue una conversación en el avión con una pareja de recién casados”, afirma.

 

Convencido de que las tiendas continúan siendo necesarias (“aunque quizás ahora en Reino Unido sólo harán falta cincuenta”), Halfon tiene dos destinos pendientes (Machu Picchu, en Perú, y las cataratas del Niágara) y un viaje, el Camino de Santiago en bicicleta. De todos modos, el directivo reconoce que tardará en cumplir su sueño: “soy un workaholic, me gustaría morir con las botas puestas”.

 

 

Experiencias

Dice Isak Halfon que, ahora, todo el mundo le escucha porque le consideran la voz de la experiencia. Dos de sus mayores aprendizajes llegaron de una negociación en Corea del Sur: “nunca hay que darse por vencido y, sobre todo, nunca hay que bajar la guardia”.