Adiós a Hubert de Givenchy

La moda pierde a uno de sus históricos. Hubert de Givenchy, uno de los últimos grandes creadores de la moda francesa de mediados del siglo pasado y discípulo de Cristóbal Balenciaga, falleció el pasado sábado a los 91 años.

Formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de París, el creativo renunció a seguir con el negocio familiar, una fábrica de tapices, para estudiar costura en París. En 1952, con poco más de veinte años, fundó su propia marca con sede en el número 8 de la calle Alfred-de-Vigny.

Aunque ya era reconocido en Francia, su salto al estrellato vino de la mano del celuloide. Una de sus anécdotas más repetidas es cuando, a finales de la década de los cincuenta, le presentaron a una entonces desconocida Audrey Hepburn.

Givenchy permaneció al frente de su marca hasta 1995

Él la invitó a entrar, pensando erróneamente que Ms. Hepburn hacía referencia a la ya reconocida Katharine. Fruto de esa equivocación nació una de las colaboraciones más fructíferas entre una actriz y un modisto.

Givenchy diseñó los trajes de Hepburn en varias de sus películas, incluyendo Desayuno con Diamantes, y fue ella quien inspiró su primer perfume, L’Interdit, que toma su nombre de la prohibición que ella le hizo de comercializarlo.

En 1988, Givenchy vendió su marca a LVMH por 45 millones de dólares, aunque se mantuvo como su director creativo durante siete años más, antes de retirarse en 1995. En los siguientes años, pasaron por la dirección creativa de Givenchy nombres como John Galliano, Alexander McQueen o Julian McDonald.

Desde 2005, las riendas estaban en manos de Riccardo Tisci, quien dio un nuevo vuelco a la marca y la colocó de nuevo en primera fila. En 2017, el creativo cedió el relevo a Clare Waight, la primera mujer en este puesto.