Back Stage

Abuelos, padres y nietos: las sagas de la moda infantil

Domínguez, Zamácola, Algás, Mataix o Esquitino. La industria española de la moda está hecha por familias y la moda infantil, todavía más. En un segmento altamente fragmentado, los apellidos de larga trayectoria destacan en todo el país.

P. Riaño

26 oct 2021 - 04:35

Abuelos, padres y nietos: las sagas de la moda infantil

 

 

De bisabuelos a abuelos, de abuelos a padres y de padres a hijos. Como si de un reloj o una joya se tratase, las empresas se moda infantil pasan de generación en generación, dando lugar a uno de los segmentos de la industria española de la moda más ricos en familias de largo linaje. De los Domínguez a los Algás, pasando por los Mataix, las sagas controlan la moda infantil en España.Un calcetín es el origen de una de las mayores empresas del mundo de moda infantil: Mayoral. Detrás de la compañía se encuentra la familia Domínguez, con la cuarta generación familiar liderando ya el negocio.

 

 

Lee la Revista Modaes.es 40

Moda infantil, un difícil juego de niños

 

 

En 1941, Francisco Domínguez Toledo puso en marcha en Yunquera (Málaga) la compañía Domínguez Toledo, dedicada a la producción y comercialización de calcetines y medias. Tras la Guerra Civil, su hijo tomó las riendas de la empresa y la trasladó a Málaga. Cuando el negocio languidecía ahogado por la deslocalización, llegó la tercera generación, que impulsó el nacimiento de Mayoral.

 

En 1966, el nieto del fundador se incorporó a la empresa procedente de Intelhorce, donde dirigía una sección para tintado de hilo. Rafael Domínguez de Gor, que tomó las riendas junto a sus hermanas Elisa y Maribel y su esposa María Antonia, le dio la vuelta a la compañía y la volcó en moda infantil. Tras más de cuatro décadas al frente de la empresa, Domínguez de Gor abandonó la primera línea de Mayoral en 2008. Igual que él, sus hijos emprendieron su carrera fuera de la empresa familiar antes de tomar las riendas.

 

Manuel Domínguez de la Maza, que fue director de la filial española de Pepsi, se sumó a la empresa en 1993 y tomó sus riendas en 2007 como director general y consejero delegado. Su hermano, Rafael Domínguez de la Maza, es director comercial y responsable de inversiones desde 2002, y en 2017 fue nombrado subdirector general, un cargo de nueva creación. Otro de los cinco hijos de Domínguez de Gor, Francisco Domínguez, también está involucrado en la compañía.A mucha distancia de Mayoral en términos de facturació, pero con una de las marcas más reconocidas en moda infantil, está la familia Zamácola. La compañía que lideran, Neck&Neck, nació en 1993 de la mano de Joaquín Zulategui en Marbella. Enrique Zamácola, sin vinculación con la industria de la moda, tomó una participación en la compañía.

 

En 1998, con algunos de sus hijos incorporados a la empresa de moda infantil (que se trasladó de Marbella a Madrid), Enrique Zamácola se hizo con el cien por cien del capital. Aunque inicialmente confió en un directivo ajeno a la familia (Javier de Rivera, que más tarde pasaría a otro grupo del sector, Gocco), uno de sus hijos, Eduardo Zamácola, terminó liderando la empresa.

 

Además de Eduardo, actual consejero delegado, la empresa cuenta con otros tres miembros de la familia en su plantilla: Ana, hermana de Eduardo, en el departamento de uniformes; Alejandra, otra hermana, en control de gestión, y Jaime (sobrino), en el departamento internacional. En el pasado, además, sus hermanos María (madre de Jaime) y Borja (hoy en Aristocrazy) también formaron parte de la compañía. 

 

 

 

 

Algás es otro de los apellidos clásicos de la moda infantil en España, aunque su linaje todavía no es tan largo como el de los Domínguez. Francisco Algás puso en marcha Bóboli en 1981 junto a su esposa, Teresa Ochoa. Mientras Algás no contaba con experiencia en el sector, Ochoa estaba relacionada con la moda después de haber trabajado como representante internacional para una empresa de íntimo.En sus inicios, la empresa, Star Textil, estaba especializada en la producción de prendas de felpa en grandes volúmenes para hipermercados europeos. Tres años después de su fundación, el empresario decidió poner en marcha su marca propia, Bóboli, y aparcar la producción para terceros. 

 

La segunda generación tomó las riendas hace trece años. Desde 2008, Mónica y Arancha Algás  comparten el cargo de directoras generales, la primera con atribuciones en comercial y la segunda en producción. La tercera hermana Algás, Cristina, que se incorporó a la empresa unos años más tarde, lidera las operaciones del grupo.

 

De Cataluña a la Comunidada Valenciana y de los Algás a los Mataix, fundadores de Tutto Piccolo. La familia Mataix tiene firmes raíces industriales, pues los orígenes de su actividad en el sector datan de 1900 con la fábrica Mataix SA, dedicada a hilos, tintes y tejeduría. Tras el cierre de la empresa, Desidero Mataix compró una compañía de artículos de canastilla, pero le pidió a su esposa, Mercedes Moltó, que aportase diseño con una pequeña colección. 

 

En los años noventa, Iñaki Mataix Moltó tomó la dirección de la empresa y comenzó su internacionalización, hasta que en 2008 cayó enfermo y su hermana Mercedes le cogió el relevo. Hoy en día, tres hermanos Mataix Moltó trabajan en la empresa: Mercedes, directora general; Rafael, al frente de logística, y Borja, que lidera el área comercial.

 

 

 

 

Familias del calzado

El apellido Martín Caro es uno de los más opacos de la industria española de la moda, pero que ha construido uno de los grandes grupos de infantil: Pablosky. La tercera generación familiar está ya incorporada a la compañía. Los orígenes de Pablosky hay que buscarlos en 1969, cuando Juan Pablo Martín Caro fabricó su primer par de zapatos en Fuensalida, en la provincia de Toledo. Como la mayoría de compañías del sector, comenzó su actividad fabricando para terceros y, años después de su fundación, lanzó su marca propia. Actualmente, la empresa produce más de 2,3 millones de pares de zapatos al año y diseña más de mil referencias por temporada.

 

Hoy en día, los hijos del fundador están al frente del grupo: Jesús y Santos Martín Caro ocupan el cargo de consejeros delegados de la empresa. Dos nietos del fundador se han incorporado a la compañía: Pablo Martín Caro lidera el área digital del grupo de Fuensalida, mientras Eva Martín Caro es actualmente la directora general de la empresa. 

 

Otra familia muy discreta, pero también de relevancia en el sector, es la que está detrás de Garvalín. En 1968, en el corazón del calzado en España (Elche, en Alicante), dos empresarios autodidactas, José y Estanislao García, pusieron en marcha una compañía de calzado. Su hermano Vicente García también es un destacado empresario del calzado, pero vinculado a Inditex, pues es el fundador y copropietario de Tempe.

 

Garvalín fue una de las pioneras del calzado en España, junto a la mallorquina Camper, en crear una marca. La primera que lanzó la familia fue Garval, que en la década de los ochenta derivó en Garvalín. A mediados de aquella década, la compañía producía ya 50.000 pares al año y fabricaba también para grupos internacionales de distribución, como Marks&Spencer. Más tarde, la compañía lanzaría Biomecanics (1996) la línea de calzado infantil de Agatha Ruiz de la Prada (2001). 

 

A principios de los noventa, empezaron a incorporarse a Garvalín los representantes de la segunda generación, que fueron los que sentaron las bases de una nueva etapa orientada a la deslocalización y a la expansión internacional. Garvalín está pilotada hoy por los representantes de la segunda generación: Jorge y Estanislao García Aguilar, y Joaquín García Martínez. 

 

Pablosky, Garvalín y Conguitos. La familia Esquitino está detrás del otro gran grupo español de calzado infantil. La historia de Illice se remonta a 1900, cuando José Esquitino puso en marcha una planta de producción de alpargatas en Elche. Su hijo, Enrique Esquitino, tomó el testigo e hizo evolucionar aquella unidad productiva. La tercera generación, con José y Antonio Esquitino, dio otra vuelta al negocio y, de fabricación para terceros, la familia lanzó su primera marca, Zapatillas Quino. La cuarta generación, representada por Mariano y Enrique Esquitino, vio el nacimiento de una nueva sociedad, Illice International, con la que se lanzaron las marcas Conguitos y B&W. La quinta generación, con los hijos de Enrique Esquitino, Enrique y Daniel Esquitino, llevó la empresa al entorno digital. En 2020, la familia se hizo con el 100% del negocio.m