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A. Laquidain (CIE): “El único partido que se ha preocupado por nuestra visión sobre la política industrial ha sido Podemos”

S. Riera

23 may 2016 - 04:50

 

Modaes.es realiza durante las semanas previas a las elecciones generales del próximo 26 de junio una serie especial de artículos para conocer la implicación de la política con el sector de la moda. Los diferentes líderes de las patronales españolas del sector analizan el impacto de la actual situación de desgobierno, exponen cómo debería actuar la Administración para favorecer el desarrollo del negocio en el país y definen cuáles deberían ser los ámbitos concretos de actuación.


Alejandro Laquidain es presidente del Consejo Intertextil Español (CIE). El empresario, al frente de la compañía familiar Encajes Laquidain, considera que la Administración es “descaradamente ineficiente” y pide para la próxima legislatura cambios en normativa y legislación para facilitar los trámites y fomentar un terreno de juego igual para todos. Para su sorpresa, y la de toda la industria textil en España, el único partido político que les ha pedido su opinión sobre la reidustrialización en el país ha sido Podemos.

 

 

Alejandro Laquidain


Presidente del Consejo Intertextil Español (CIE)
 

¿Izquierda o derecha?

A la izquierda de mi derecha. Hay pocas alternativas
 

Los pactos son…

Para que lo acordado deje lo más satisfechas a las partes 

 

 

 

Pregunta: ¿Este periodo de desgobierno ha tenido algún tipo de repercusión en el sector?

Respuesta: Según lo que escucho en el sector, la respuesta es sí. El desgobierno me parece de vergüenza. El que haya dudas implica que no hay acción y esto siempre es negativo. La falta de toma de decisiones es muy negativa

 

P.: Uno de los temas en la agenda política es la modernización de la Administración. ¿Somos un país administrativamente eficiente?

R.: La Administración es descaradamente ineficiente por exceso de administraciones, de legislación y por un control innecesario. La Administración debería dejar hacer más y no poner trabas.

 

 

P.: ¿Cómo afecta esto a las empresas?

R.: Los políticos se llenan la boca de las facilidades para la creación de empresas, pero en cambio iniciar un negocio en España es complicadísimo.

 

P.: ¿Los partidos políticos se dirigen a usted como representante de un sector económico?

R.: Los partidos políticos que más deberían dirigirse a los sectores, que son los que están al frente de la Administración, son los que nunca se nos han acercado para preguntarnos qué creemos conveniente para que la industria mejore. Sorprendentemente, el único partido político que se ha preocupado por nuestra visión sobre la política industrial ha sido Podemos. Se han reunido con nosotros para preguntarnos cuál es nuestra opinión sobre la reindustrialización. Y más sorprendentemente aún, se habían preparado la reunión y conocían a fondo todo lo ocurrido en estos años de reconversión industrial. Los demás hablan de reindustrialización y sostenibilidad, pero después, nada.

 

P.: ¿Cree que los políticos deberían prestar más atención al sector y tener más en cuenta las opiniones de sus empresarios?

R.: Rotundamente sí.  Quienes mejor conocen las necesidades de la industria son sus empresarios. La Administración realiza estudios, planifica y toma decisiones desde su punto de vista político, que muchas veces no es el que sector necesita. Deben ser responsables y cumplir con sus obligaciones. Deben intervenir poco, dejar hacer a las empresas y fomentar un terreno de juego que sea lo más parecido para todos.

 

P.: Otros sectores económicos, como la automoción o la energía sí cuentan con apoyo institucional. ¿Qué ocurre en el textil y en la moda?

R.: Es una cuestión de volumen y de concentración. Los lobbies de estos grupos tienen mucha fuerza.

 

 

P.: ¿Cree que la moda debería tener más peso en las instituciones?

R.: Debería tener el peso que se merece, y no es poco. Al menos, ser escuchados y atendidos.

 

P.: ¿En qué cuestiones concretas cree que se debería incidir para favorecer el desarrollo del sector?

R.: En primer lugar, en normativa y legislación, donde hay un recorrido enorme y, además, es una cuestión general, que afecta a cualquier sector. También en fomentar menos oscurantismo en torno a la negociación del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (Ttip) y un apoyo básico a la industria de cara al futuro, tal y como lo están haciendo otros países. En unos años en los que el sector no ha invertido en maquinaria porque la prioridad era sobrevivir, ahora debe ponerse al día si no quiere quedarse fuera de juego.

 

P.: ¿En qué más podría intervenir la Administración?

R.: En promover el consumo de producto en cercanía, por ejemplo. Y no es algo descabellado, vemos publicidad de Volvo o de Renault, en la que hacen precisamente hincapié en esto. Por otro lado, ayudar a que la formación requiera menos esfuerzos por parte de la empresa y controlar que se realice bien, y potenciar proyectos entre empresa, centros tecnológicos y universidades que surjan de abajo. A las pymes, los centros tecnológicos y las universidades les parecen astronautas porque no necesita grandísimos proyectos. Por último, en internacionalización, la nueva normativa del Icex, choca y fastidia: ha habido muchos recortes y replanteamientos, pero sin modificar la estructura administrativa.