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2019, el año en que la moda pasó de ‘tener’ a ‘poseer’

Netflix llevó la suscripción al cine y AirBnb hizo del alquiler de viviendas ajenas una alternativa ‘cool’ a los hoteles.  Ahora, nuevos operadores como Rent the Runway y TheRealReal toman posiciones para llevar estos modelos al negocio de la moda.

2019, el año en que la moda pasó de ‘tener’ a ‘poseer’

C. JUÁREZ

31 dic 2019 - 04:56

2019, el año en que la moda pasó de ‘tener’ a ‘poseer’

 

 

El último unicornio de la moda no es una start up tecnológica ni otra firma que aspire a convertirse en el próximo Inditex. Ni siquiera vende ropa: la alquila. Rent the Runway, que opera tanto con alquileres puntuales como con suscripción, alcanzó una valoración de mil millones de dólares tras levantar 125 millones de dólares en su última ronda de financiación.

 

Su éxito representa el potencial que los inversores ven en estas nuevas fórmulas de consumir, que permiten al sector continuar creciendo, seguir vendiendo más, pero de un modo compatible con la nueva ola de la sostenibilidad.

 

El sector del lujo fue uno de los pioneros en adentrarse en estos nuevos modelos de negocio, al principio duramente perseguidos por los gigantes del sector. Operadores como The Real Real en Estados Unidos o Vestiaire Collective en Europa han crecido a pasos agigantados en los últimos años especializados en la reventa de artículos de lujo, un mercado que ascenderá a 26.000 millones de dólares en 2019, según datos del informe Worldwide Luxury Market Monitor 2019, elaborado por Bain&Company y Altagamma. Los accesorios y las joyas copan el grueso del negocio, copando el 78% del mercado de la reventa.

 

 

 

 

Igual que pasó con el ecommerce, las grandes empresas de lujo pasaron de ver a estos operadores como enemigos a considerarlos aliados. En 2019, The Real Real selló una alianza con Burberry, por la cual la marca británica ofrecía ventajas a los clientes que comprasen o vendiesen artículos de la firma a través de la plataforma. La empresa dio el salto a bolsa en junio con una valoración de 1.500 millones de dólares. Vestiaire Collective, por su parte, se coló en uno de los templos históricos del comercio multimarca con la apertura de una tienda efímera en Selfridges. Por su parte, el pure player especializado en alquiler Le Tote se hizo con los históricos grandes almacenes Lord&Taylor.

 

Animados por el éxito de estos operadores, otros grupos de venta tradicional se han sumado a la ola de la segunda mano. H&M ha sido pionero en hacerlo, primero a través de su participación en la start up Sellpy, especializada en venta de moda de segunda mano. En 2019, la compañía ha dado un salto adelante testando ella misma nuevos tipos de consumo.

 

Primero lo hizo a través de una de sus cadenas, &Other Stories, que en abril comenzó a vender ropa usada a través de su plataforma de ecommerce. Después, con su concepto principal, que incorporó en su tienda de París un servicio de reparación de ropa e incluyó un servicio de alquiler en su renovado flagship store de Estocolmo.

 

 

 

 

También otros gigantes como Nike, Gap o Urban Outfitters coquetearon con estos nuevos modelos en 2019. La compañía estadounidense de moda deportiva creó el servicio Adventure Club, de suscripción de calzado deportivo para niños de entre dos y diez años. Gap, por su parte, testó el sistema con su cadena Banana Republic, mientras que Urban Outfitters puso en marcha Nuuly, un servicio mensual de alquiler. En España, Tous ya se había sumado a esta ola en 2018, con la adquisición de una participación en la start up Verone.

 

Tampoco los pure players de moda escapan al atractivo de la segunda mano. Farfetch lanzó en 2019 la plataforma Farfetch Second Life, en la que permite a propietarios de bolsos de gama alta venderlos a cambio de crédito para el propio ecommerce. Además, la plataforma británica de ecommerce también se alió en el último año con la empresa especializada en venta de segunda mano Thrift+.

 

Zalando, por su parte, abrió un pop up store en septiembre para comercializar las prendas de Zalando Wardrobe, mientras que Patagonia, pionera en sostenibilidad, abrió en 2019 un establecimiento dedicado a Worn Wear, su negocio de reventa de ropa puesto en marcha en 2017. Más allá de la moda, Ikea ha sido el pionero, lanzando en 2019 un servicio de alquiler de muebles