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2011, el año en que la moda 'removió' sus cimientos creativos

23 dic 2011 - 00:00

C. Pareja.- Durante este año, las casas de moda más tradicionales han decidido renovar en masa a los directivos de sus departamentos creativos. Quizá haya sido por devolver la frescura a una firma, o quizá simplemente por no manchar más la imagen de la marca, pero de lo que no cabe duda es que los diseñadores de moda han jugado un papel muy importante durante 2011. Los fichajes y despidos millonarios han sido una de las cuestiones más tratadas en estos últimos doce meses.

Christian Dior

 

El caso más sonado ha sido, sin duda alguna, el despido de John Galliano de Christian Dior. El pasado febrero, la maison suspendió, y posteriormente despidió, a John Galliano por un escándalo que tuvo lugar en el barrio de Marais, en París.

 

El creador agredió verbalmente a una pareja que se encontraba en el local. Insultos antisemitas, un alto grado de alcohol en sangre y una grabación de los hechos fueron pruebas suficientes para que Christian Dior, propiedad LVMH, decidiera destronar a Galliano de la firma de alta costura parisina.

 

El pasado septiembre se celebró el juicio en el que el diseñador gibraltareño fue declarado culpable. Galliano deberá hacer frente a una multa de 6.000 euros pero no irá a la cárcel. El modisto se enfrentaba a una pena de seis meses de prisión y a una multa de 22.500 euros.

 

Balmain

 

Hombreras, look rockero y un resurgir de una firma de la que ya nadie casi se acordaba. Christopher Decarnin logró con su visión de la moda que Balmain volviese a copar las portadas de todas las editoriales de moda y se convirtió en uno de los directores creativos más cotizados de las pasadas temporadas.

 

En abril de este año, Decarnin decidió dejar de colaborar con la compañía francesa a causa de la mala relación  con la presidencia de la compañía. Los cimientos de la moda volvieron a temblar, pero todo acabó con el fichaje del joven Olivier Rousteing, mano derecha de Decarnin desde 2005, que ha tomado las riendas de la firma con el reto de mantener el nivel marcado desde que la maison resurgió de sus cenizas. Por ahora, y según las críticas del sector, el joven creador ha cumplido con todas las expectativas.

Ungaro

 

Si alguna firma ha experimentado cambios continuos en su dirección creativa, esa ha sido Ungaro. Primero fue Estrella Archs de la mano de la polémica Lindsay Lohan y después llegó Giles Deacon, que abandonó la firma el pasado septiembre.

 

Tras este baile de diseñadores y los continuos cambios de rumbo de la firma, la compañía decidió el pasado octubre poner su marcador a cero y apostar por talentos jóvenes y desconocidos y alejarse del perfil de los creadores estrella que tantos dolores de cabeza han dado a la firma.

 

Puig, Jean Paul Gaultier y Paco Rabanne

 

Aunque la compañía catalana está muy lejos aún de convertirse en un gran grupo de lujo, Puig ha ido creando poco a poco su propio pool de marcas de moda dirigidas a un segmento de público alto. Este año ha ratificado su objetivo y se ha hecho  Jean Paul Gaultier.

 

El pasado mayo, el grupo catalán Puig se convirtió en propietario de la firma francesa Jean Paul Gaultier. La empresa familiar pagó 30 millones de euros a Hermès por el 45% de la compañía. De esta manera, Gaultier se incorporó a la división de moda de Puig, junto a Paco Rabanne, Nina Ricci y Carolina Herrera.

 

También en 2011, Puig se ha marcado el objetivo de relanzar la división de moda de Paco Rabbane. Para ello, la compañía fichó al creador indio Manish Arora para que ocupase la dirección creativa de la colección femenina de la firma.

 

Chloé, Hermès y el año de Sarah Burton

 

Chloé, una de las firmas que también ha resurgido gracias a una colección plagada de capas, colores tierra y reminiscencias de los setenta, ha prescindido durante este año de su mente creativa, Hannah MacGibbon, para dar entrada a la compañía a Clare Waight Keller.

 

Hermès, por su parte, se vio obligada a relevar a Jean Paul Gautier al frente de Hermès cuando el diseñador, en mayo de 2010, decidió abandonar la lujosa casa francesa para centrarse en sus propios proyectos.

 

La empresa decidió apostar por un talento poco explotado y fichó a Christophe Lemaire para llevar la dirección artística de la firma. El primer desfile que realizó el modisto para la marca francesa fue en septiembre y quiso alejarse del trabajo de Gaultier para explorar nuevas formas, siluetas y colores sobre la pasarela.

 

Sarah Burton ha pasado de la sombra a la más rabiosa actualidad gracias al vestido del año. La diseñadora, que se puso al frente de la dirección artística de Alexander McQueen tras la muerte del diseñador el pasado año, fue la encargada de diseñar el vestido de novia de Kate Middleton.