Entorno

2015, puntos calientes y fríos de los principales mercados de la moda española

S. Riera

12 ene 2015 - 04:45

Frenazo económico en China, estancamiento en Alemania, incertidumbre en Francia o colapso en Rusia son algunas de las circunstancias macroeconómicas que anticipan un 2015 complejo. Las perspectivas de crecimiento económico para 2015 distan de ser favorables en los principales mercados en los que operan las empresas españolas de moda. El gigante asiático continuará liderando el aumento del consumo ante una Europa marcada por fuertes tensiones internas y el pinchazo de dos emergentes estratégicos, Brasil y Rusia.

 

China continuará siendo en 2015 uno de los pocos mercados en los que crezca el consumo, según explica la profesora de Economía y Empresa en la Universidad de Barcelona (UB), María Luisa Solé. A pesar de la desaceleración de su economía, el consumidor chino con poder adquisitivo sigue comprando marcas internacionales de lujo e incluso, quien tiene recursos para ello, busca nuevas marcas de nicho, más exclusivas, explica la experta.

 

Solé descarta que en Occidente se produzca una reactivación fuerte del consumo. El atentado en París de la semana pasada contribuirá aún más a frenar el gasto. “La gente tiene miedo ante la incertidumbre y una de las reacciones es no invertir”, afirma la profesora, que sostiene que el ataque terrorista también podría tener consecuencias en Estados Unidos y frenar posibles proyectos de inversión en Europa.

 

Por otro lado, en el caso concreto de la Unión Europa, Solé apunta hacia una creciente tensión interna entre Alemania y los países del sur, que también tendrá sus efectos sobre la economía, la inversión y el consumo. En este sentido, la profesora asegura que el auge de partidos como Syriza, en Grecia, o Podemos, en España, asusta a Alemania, pero también a la inversión.

 

A nivel mundial, la profesora señala que hay una pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, tanto en economías más avanzadas, como la estadounidense o la europea, como en la de las emergentes, como Brasil o Rusia, duramente golpeadas por fuertes crisis internas que han frenado en seco su evolución económica.

 

Los motores europeos



Alemania continúa siendo el principal motor europeo y, para la moda española, el principal cliente. A pesar de ser la economía más robusta de la zona euro, su evolución ha empezado a sembrar dudas, sobre todo a raíz del último informe del Bundesbank, en el que descartaba que la economía del país fuera a mejorar en los primeros meses del año.

 

Aunque Alemania no crezca según lo esperado, el país sigue marcando fuertes distancias con el resto de mercados de la Unión Europea, sobre todo con los del sur. En diciembre, la primera economía de la UE disparó su nivel de ocupación y situó su tasa de paro en el 6,5%. Por otro lado, Alemania ha implantado por primera vez un salario mínimo, que subirá el nivel adquisitivo de muchos trabajadores del país y, en consecuencia, su capacidad de consumo.

 

En este sentido, la confianza de los consumidores alemanes arrojó en diciembre el mejor dato desde diciembre de 2006. En el último mes, también aumentaron los índices de confianza empresarial y de confianza inversora, gracias a la caída del precio del petróleo y la depreciación del euro. Sin embargo, Alemania acusa varias debilidades: el diciembre, la inflación del país cayó al 0,2% y se situó en el nivel más bajo desde 2009. Por otro lado, a nivel social y político, Alemania vive un repunte de la islamofobia y de la eurofobia.

 

En el caso de Francia, el atentado al semanario Charlie Hebdo podría tener repercusiones en la economía y el consumo, tal y como sostiene María Lluisa Solé. De ser así, el ataque pondría más leña sobre la débil situación económica del país. De hecho, Reino Unido ha superado ya a Francia como quinta potencia mundial.

 

Entre los retos de la economía gala para 2015 está frenar el aumento del paro, que en noviembre se elevó a 5,17 millones de personas, además del déficit y la deuda. De hecho, la Comisión Europea ya ha alertado al Gobierno galo que analizará sus cuentas en marzo para determinar si ha cumplido los ajustes y las reformas impuestas por Bruselas ante la amenaza de más sanciones.

 

Sin embargo, el país galo trata de recupera estabilidad económica después de que en agosto la crisis rompiera la unidad del Gobierno de Manuel Valls por la estrategia económica y forzase a cambiar el ministro de Economía. Las repercusiones de la crisis también aflorarán en las próximas elecciones departamentales francesas (el equivalente en España a las autonómicas), que pueden dar un resultado histórico al partido ultraderechista Frente Nacional, claramente euroescéptico.

 

Italia, igual que Francia, tendrá que hacer frente en 2015 al déficit y a la deuda, pero también a las tensiones políticas internas. En este sentido, la Comisión Europea también ha exigido al Gobierno italiano que incorpore nuevos recortes en sus presupuestos para 2015. La crisis sigue azotando la economía del país, que en el tercer trimestre de 2014 volvió a contraerse un 0,5% interanual.

 

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, trata de contener la situación del país y demostrar a Bruselas que está dispuesto a seguir las directrices que se le marcan. A nivel político, el primer ministro italiano plantea para 2015 una reforma constitucional histórica en con el propósito de simplificar la estructura gubernamental y los procesos legislativos.

 

Reino Unido, por su parte, pilota una estrategia política y económica que topa de manera constante con la Unión Europea. El primer ministro británico, David Cameron, trata de ganar terreno a los euroescépticos con propuestas como frenar la libre circulación de ciudadanos europeos en su territorio. En mayo, el país celebra elecciones y su resultado podría ser determinante para su continuidad en la Unión Europea.

 

Ante la cita con las urnas, el Ejecutivo de Cameron no planteará nuevas medidas anti crisis, al menos a corto plazo. De todos modos, la economía británica está en remontada. En octubre, Reino Unido mantuvo su tasa de desempleo en el 6%. Por otro lado, los sueldos en el país aumentaron entre agosto y octubre del año pasado un 1,4% interanual, por encima de la inflación. Otro dato positivo es el de las ventas minoristas, que en noviembre aumentaron un 0,9% en el país.

 

La caída de la inflación y del desempleo podría llevar al Banco de Inglaterra a subir en la primera mitad de 2015 los tipos de interés, que llevan en el mínimo histórico del 0,5% desde 2009.

 

China y el ‘pinchazo’ de los emergentes

 

 

China baja el ritmo de crecimiento, aunque continúa registrando una de las tasas más elevadas del mundo. Sin embargo, hay indicadores que podrían plantear giros estratégicos en política económica en el país en 2015. Uno de estos indicadores es la inflación, que cerró 2014 con un aumento interanual del 2%, muy por debajo de lo esperado. De seguir en descenso, el Gobierno de Pekín se plantea bajadas de tipos de interés.

 

Otro de los retos del gigante asiático es el desplome del sector inmobiliario, que el país tratará de compensar con exportaciones. En 2015, China empezará a ver los efectos de algunas de las reformas emprendidas, como la liberalización de algunos sectores cuyo objetivo es dinamizar la economía y mantener el empleo.

 

A diferencia de China, Brasil y Rusia atraviesan por fuertes crisis económicas, provocadas en gran medida por la devaluación de sus monedas y la caída del precio del petróleo. Brasil, además, deberá enfrentarse en 2015 a una subida de los tipos de interés, una fuerte deuda privada, una balanza comercial deficitaria y una inflación elevada.

 

Sin embargo, la reelección de Dilma Rousseff al frente del Ejecutivo brasileño dará estabilidad política al país en los próximos meses, según María Luisa Soler. Rousseff anunció en la toma de posesión del cargo un duro ajuste fiscal para enderezar la economía del país.

 

En el caso de la economía rusa, totalmente dependiente de la renta petrolífera, está al borde del colapso ante la caída del precio del petróleo y la depreciación del rublo. De hecho, la economía del país cerró finalmente 2014 con una caída del PIB del 0,5%, el primer descenso dese 2009.

 

La situación en Rusia no tiene perspectivas de cambiar, según los expertos, ante la negativa de la Opec a reducir la producción de petróleo, el mantenimiento de las sanciones europeas y la fuga de capitales. Entre las primeras medidas tomadas por el Ejecutivo de Moscú para suavizar la situación están la inyección de capital en los bancos para financiar a empresas y particulares. Sin embargo, las previsiones indican que la crisis podría alargarse en Rusia varios años.

 

Estados Unidos sienta las bases para crecer

 

 

La economía estadounidense parece haber sentado las bases para emprender la senda del crecimiento. El país ha logrado crear empleo, impulsar el PIB y recuperar la confianza ciudadana. Los analistas señalan que Barak Obama está allanando el camino para las elecciones que deberá afrontar en 2016.

 

La primera economía mundial cerró el año con la mayor generación de empleo de los últimos quince años situando su tasa de paro en el 5,6%. La mejora del empleo se acompaña de un crecimiento del 5% en el PIB en el tercer trimestre de 2014, un índice por encima de lo previsto y que los analistas consideran que no podrá mantener.

 

La inflación del país se sitúa en el 1,3% y no hará necesario una subida de tipos al menos a corto plazo. Además, la economía estadounidense se beneficia de la caída del precio del petróleo y de la apreciación del dólar. La única nota negativa que podría ralentizar el crecimiento del país es un frenazo de las exportaciones ante la debilidad económica mundial.