Entorno

La moda española inicia un nuevo curso con el reto de la refundación del mapa patronal

C. De Angelis

1 sep 2014 - 04:41

Una voz única, fuerte e influyente en la que estén representados los diferentes segmentos del negocio de la moda en España. Esta es la ambición expresada en privado por una multitud de dirigentes empresariales del sector de la moda, que, además de lamentar los desencuentros de los últimos meses entre las patronales del textil y la confección que han llevado a la ruptura del Consejo Intertextil Español (CIE), constatan la insuficiente influencia de la moda española como sector económico ante órganos públicos y privados.

 

El nuevo curso comienza con la redefinición del mapa patronal todavía en curso, tras un periodo de gran ebullición de nuevas iniciativas en el que los movimientos han ido en dos direcciones concéntricas: hacia más integración, en algunos casos, o hacia la división y el alejamiento, en otros.

 

Con todo, la moda española está representada hoy por una amplia amalgama de siglas en las que la actividad de sus representados o la territorialidad son el principal nexo. CIE, ACME, Acotex, Fedecon, Aegp, Texfor, Cointega, Ateval, Fice o Cecotex son sólo algunas de las entidades más importantes del tejido asociativo del sector de la moda en España, que, por otro lado, no ha logrado o no ha querido integrar a nombres tan importantes como Inditex, Mango o Desigual.

 

¿Qué ha ocurrido en los últimos años en el mapa patronal español? ¿Qué procesos están en curso? ¿Y cuáles son los retos todavía pendientes en el sector?

 

Ruptura

El cambio más significativo en los últimos meses ha sido la ruptura entre las dos ramas que conforman el Consejo Intertextil Español (CIE), una entidad que, a su vez, fue creada 35 años atrás por las asociaciones representativas de diferentes procesos de la cadena de valor de la industria del textil y la confección.

 

Tras una ácida guerra protagonizada por Alejandro Laquidain, presidente del CIE; Ángel Asensio, presidente de Fedecon, y Joan Canals, presidente de la Aegp, estas dos últimas patronales abandonaron el consejo. La misma tarde en que el CIE firmaba con los sindicatos el convenio colectivo de 2014, Fedecon y Aegp anunciaban su salida del consejo, en el que continúan las cuatro patronales del textil de cabecera integradas en Texfor () y la patronal valenciana Ateval.

 

Los motivos del conflicto varían según la fuente a la que se recurre: discrepancia de intereses entre textil y confección (con algunas particularidades en sus relaciones laborales), las formas adoptadas en la gestión da la discrepancia o, directamente, personalismos y gestión de egos son apuntados por unos y otros de los implicados en el proceso.

 

En julio, CIE, Fedecon y Aegp enterraron el hacha de guerra en relación a la negociación del convenio, en el que el reparto de fuerzas en la mesa negociadora era el principal conflicto. Ambas facciones negociarán a partes iguales mediante una plataforma conjunta que se establecerá cuando los sindicatos denuncien el actual marco laboral, vigentes hasta el 31 de diciembre de este año.

 

Este pequeño avance, que implica retirar de la mesa posibles acciones legales en relación a la negociación del convenio colectivo actual (que Aegp y Fedecon consideraban inválido), no conlleva, por ahora, la reentrada de estas dos entidades en el CIE, que sigue su camino sin dos de sus antiguos siete socios.

 

El CIE se encuentra, de hecho, reformando sus estatutos con la voluntad de crear una entidad más gobernable (actualmente se precisa de la unanimidad de todos los miembros en prácticamente cualquier decisión) y en la que la discrepancia no lleve a la parálisis. El nuevo modelo de patronal buscará, además, dejar las puertas abiertas a la entrada de nuevos miembros.

 

Representación selectiva

En otra fase de la cadena de valor de la moda se encuentra Acme, la asociación más representativa de las marcas españolas de diseño. A pesar de los intentos puntuales por crear otras asociaciones independientes, Acme continúa siendo a día de hoy la única patronal representativa de diseñadores, una entidad en la que participan desde Adolfo Domínguez hasta Juanjo Oliva, Lydia Delgado o Victorio & Lucchino.

 

Con un liderazgo asentado en el diseñador Modesto Lomba, la patronal ha vivido en el último curso un relevo en su dirección general con la entrada de la periodista Pepa Bueno en sustitución de Lucía Cordeiro.

 

Acme logra llevar al diseño español de autor a los más altos órganos de representación institucional (forma parte, por ejemplo, de la Mesa de la Moda puesta en marcha por el Ministerio de Industria) y de tanto en cuanto incorpora nuevos miembros (el último ha sido García Madrid, este mismo año), pero no es ni mucho menos una entidad que represente a los diseñadores de moda en su conjunto.

 

La asociación tiene una política restrictiva hacia la entrada de nuevos miembros, lo que acota su representatividad a un grupo limitado de firmas. Actualmente, Acme sólo cuenta con 48 miembros, lo que deja fuera a un amplio universo de diseñadores del país.

 

Integración a medias

En el panorama español de la moda han surgido en los últimos años dos iniciativas destacables en favor de una mayor integración: Cecotex, por un lado, y la Confederación Española de la Moda, por otro, aunque en ambos casos el trayecto se ha desarrollado sólo a medias.

 

En el caso de Cecotex, la Confederación Española del Comercio Textil y Moda, la primera entidad con vocación nacional del sector sólo suma a cuatro entiedaes: la Asociación del Comercio Textil y Complementos de Madrid (Acotex), el Gremio de Comerciantes Textiles de Valencia y Provincia (Grecotex), la Confederación de Industrias Textiles de Galicia (Cointega) y la Agrupación Catalana del Textil y la Moda (Actm).

 

Fundada en 2013, la confederación del comercio busca aunar y velar por los intereses del sector textil y moda a nivel nacional, pero no ha podido unir a las entidades representativas del sector en otras autonomías más allá de Madrid, Galicia, Valencia y Cataluña.

 

También ha tenido un desarrollo parcial la Confederación Española de la Moda, formada en 2013 con la unión de la Fedecon, la Aegp y la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería (Asefma), y con el apoyo de Acme y de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), una de las patronales más integradas y profesionalizadas del sector español de la moda.

 

La nueva confederación, liderada por Ángel Asensio y con Francisco Aranda como director ejecutivo, cuenta todavía con un amplio recorrido para convertirse en un vehículo de integración de todas las ramas de actividad de la moda española.

 

Mesa de la Moda

La Mesa de la Moda del Gobierno es otra iniciativa destacable en el panorama patronal español y la primera iniciativa que, por primera vez, ha conseguido sentar en la mesa a los titanes de la gran distribución de moda, Inditex, El Corte Inglés y Mango, junto a otras grandes empresas como Cortefiel y Pronovias.

 

Acme o la Asociación Española de Productos para la Infancia (Asepri) son otros de los integrantes de la Mesa de la Moda, que ha tenido como primer gran proyecto la puesta en marcha de los Premios Nacionales de la Moda que reconocen tanto a diseñadores como a empresas españolas del sector.

 

A pesar de los méritos de la iniciativa liderada por el Gobierno, esta mesa constituye esencialmente un espacio de diálogo (en el que por cierto piden voz los sindicatos), pero no cumple las funciones de lobby sectorial que demanda buena parte del empresariado.

 

Retos

La refundación del mapa patronal en la moda española constituye, por tanto, un reto todavía no asumido en un sector en el que la coexistencia de actividades completamente diferentes (desde la producción hasta el diseño o la comercialización)  y una pluralidad de productos (desde el calzado infantil hasta la confección para adultos) y de segmentos (del low cost al lujo) dificulta esta integración.

 

Por ahora, a pesar de las iniciativas en marcha, no existe de hecho una integración efectiva en casi ninguna actividad. Ni siquiera Fice, una de las patronales más ampliamente representativas en su sector, tiene por ejemplo al 100% de los miembros destacados, al dejar fuera por ejemplo a Marypaz, a la que consideran una empresa de distribución y no una marca de calzado.

 

En la faceta industrial, textil de cabecera, confección de prendas, calzado, complementos, piel y productos para la infancia no cuentan con ningún órgano de representación o lobby en el que todos unan fuerzas, como tampoco existe en el producto acabado o en la distribución.