Richemont ‘tropieza’ y encoge sus ventas un 14% en los cinco primeros meses

Richemont se prepara para cerrar el semestre con un descenso a doble dígito. El conglomerado suizo, que celebra hoy su junta anual en Ginebra, ha concluido los cinco primeros meses de su ejercicio fiscal con una caída del 14%, lastrado por todos sus mercados.

Europa y Japón lideraron la caída de la facturación entre abril y agosto, con retrocesos del 20% y del 15%, respectivamente. En Asia Pacífico, el crecimiento de China continental y Corea del Sur no logró contrarrestar la debilidad de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao. La región de Oriente Medio y África también vio descender sus ventas a doble dígito, con un descenso del 12%, mientras que, en América, la caída fue más moderada, del 8%.

Por canales de distribución, Richemont registró un volumen “excepcional” de devoluciones de relojes por parte de los clientes multimarca, lo que lastró sus ventas en ese canal un 22%. Descontando el impacto de esas devoluciones, la cifra de negocio global del grupo descendió un 10%. En su red de tiendas monomarca, la compañía redujo su facturación un 6%.

Richemont redujo sus ventas en todos los mercados en los que opera, especialmente en Europa y Japón

La relojería fue la categoría que peor evolucionó en los cinco primeros meses, con un descenso del 19%, mientras que la joyería cayó un 16%. El resto de marcas (como Montblanc, Chloé, Azzedine Alaïa y Peter Millar) esquivaron el retroceso global con una subida del 2%.

De cara al cierre del semestre, la compañía prevé reducir su beneficio operativo un 45% “por las difíciles condiciones del mercado”, y un impacto de costes de reestructuración de en torno a 65 millones de euros.

“Creemos que es poco probable que el actual entorno negativo cambie a corto plazo; sin embargo, seguimos convencidos de las prospecciones a largo plazo para el negocio global del lujo y, en particular, en relojería y joyería”, explica la empresa.