Empresa

Pikolinos concluye el relevo generacional tras superar el listón de los noventa millones de euros en 2015

S. Riera

8 jul 2016 - 05:00

 

Pikolinos inicia una nueva etapa. Juan Manuel Perán, representante de la segunda generación de la familia propietaria, asume la presidencia ejecutiva de la compañía, que hasta ahora mantenía su padre, Juan Perán, fundador de la empresa. Con este movimiento, se formaliza el liderazgo de Juan Manuel al frente del grupo y se concluye así el relevo generacional que se puso en marcha hace ocho años.

 

El nuevo presidente y consejero delegado del grupo subraya que este relevo “supone un paso adelante en un proceso, el de sucesión, en el que llevamos trabajando muchos años”. Según Perán, “decimos que ‘todo cambia para que nada cambie’ porque la cultura de empresa, nuestra filosofía y nuestra forma de ser y actuar, seguirá siendo la misma”, asegura el empresario.

 

“Se trata de un relevo natural, planificado, tranquilo, y entendemos que es ahora el momento más adecuado para hacerlo”, afirma. El fundador ya había cedido la gestión diaria de la compañía a sus hijos Juan Manuel y Rosana Perán, que hasta ahora ocupaban las vicepresidencias del grupo. La tercera hermana, Carolina Perán, también está involucrada en el proyecto, desde el área de tiendas. En 2012, la compañía fichó a Georges Bassoul, ex directivo de Lefties y Tempe, como director general.

 

 

Nacido en 1976, Juan Manuel se ha formado en diversas escuelas técnicas de calzado y diseño e inició su trayectoria profesional en compañías de Italia y Alemania, antes de incorporarse a la compañía familiar. Antes de alcanzar la cúpula directiva del grupo, Perán ha pasado por todos los departamentos de la empresa.

 

Este movimiento en la cúpula de Pikolinos se produce en pleno desarrollo del grupo, que cerró 2015 con un crecimiento del 13% respecto al año anterior. La empresa concluyó el ejercicio (finalizado el pasado abril) con una cifra de negocio de 92 millones de euros frente a los 81,5 millones de euros de 2014. Por facturación, Pikolinos se consolida así como el quinto mayor grupo de calzado del país, por detrás de Tempe, Camper, Merkal y Marypaz.

 

“La previsión para el ejercicio actual, 2016-2017, es continuar con esta línea de crecimiento de los últimos años y consolidar los proyectos internacionales abiertos”, ha explicado en nuevo presidente de Pikolinos a Modaes.es. La compañía comercializó el año pasado más de dos millones de pares de zapatos.

 

 

Las ventas en el exterior siguen representando más del 80% del negocio de la compañía. Sólo en China, Pikolinos cuenta ya con 95 puntos de venta. “El objetivo es seguir creciendo”, asegura Perán. “Para nosotros es un mercado ya estratégico y, dada su complejidad, el gran secreto es mantener un socio o distribuidor de solvencia y que quiera crecer con nosotros, y por suerte lo tenemos”, señala.

 

En Estados Unidos, donde hace cuatro años la empresa puso en marcha un pop up store en Nueva York, Pikolinos sigue invirtiendo en equipo, en capacidad logística y en desarrollar un plan de actuación. “Es un mercado que está reaccionando muy bien a nuestras colecciones”, explica Perán.

 

Por otro lado, en países más maduros como Alemania, Francia y Holanda, el empresario asegura que hay que cuidarlos más. En este sentido, Perán subraya el fichaje de Uwe Janzen, ex directivo de Ecco, para pilotar la acción comercial en la región de Europa, Oriente Medio y África (Emea) y dar un paso más en ellos.

 

 

En cuanto al desarrollo del retail, el presidente de la compañía explica que las tiendas son “un vehículo más de comunicación de marca, mucho más potente que la publicidad”. En la actualidad, Pikolinos tiene 32 establecimientos y sus planes pasan por “apostar por localizaciones prime para empujar la marca”.

 

Con sede en Elche (Alicante), el grupo cuenta en la actualidad con 534 empleados, casi un centenar más que un año atrás. Perán explica que este aumento en las contrataciones se debe al canal retail y a la puesta en marcha, en septiembre del año pasado, de una nueva fábrica, Pikokaizen, junto a su sede. El empresario asegura que la nueva factoría ha supuesto “un salto cualitativo muy importante para nuestro proceso productivo”.

 

El grupo, además de ser dueño de la marca homónima, es también propietario de Martinelli, que compró en 2007, y de la empresa de curtiduría Pies Cuadrados.