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La logística frente al Black Friday: brilla en el offline, pero suspende en el online

Los operadores logísticos en España elevaron de media un 25% sus plantillas para hacer frente al pico de demanda de esta campaña, que ya se ha acomodado en el calendario de compras.

Silvia Riera

12 dic 2017 - 04:49

La logística frente al Black Friday: brilla en el offline, pero suspende en el online

 

 

El Black Friday vuelve a poner entre las cuerdas a la logística de la moda en España. La concentración de pedidos en un periodo tan corto de tiempo hace tres años que lleva a sus límites al sector, que debe encarar este pico de demanda con las estructuras habituales. Diez días después del último viernes negro del shopping, el balance arroja un aprobado en la gestión de las operaciones, pero en cambio, vuelve a pinchar en los sistemas que dan soporte al online.

 

Tras un octubre negro, el comercio puso sus esperanzas en el Black Friday para salvar la temporada de otoño. Las previsiones para este año eran de nuevo de récord: superar los 1.400 millones de euros sólo en ecommercegenerar un tercio de las ventas navideñas o elevar más de un 3% el tráfico peatonal en los principales ejes comerciales del país. Al otro lado del fenómeno se sitúan los operadores logísticos, que deben repartir miles de pedidos a todo el territorio y en menos de siete días.

 

“Seguro que todavía hay más de un pedido aún por entregar”, asegura Francesc Maristany, fundadador y consejero delegado de Grup Met, quien subraya que el Black Friday es una locura para el sector de la logística porque cada vez atrapa un mayor consumo. “Sin embargo, cada vez el sector está más preparado para encararlo y lo planifica mejor”, señala.

 

 

 

 

Según Maristany, este año, de media, los operadores logísticos han reforzado al menos en un 25% sus estructuras habituales para dar servicio en este periodo tan corto de tiempo. En este sentido, el experto señala que se ha trabajado muy bien en el ámbito de lo físico, en previsión de ventas, equipos y entregas, así como en tienda, con más dependientes. 

 

En cambio, el empresario considera que se ha pinchado en sistemas. “Muchas plataformas, incluso las de grandes retailers, no han soportado el alud de accesos”, sostiene. “Falta aún más inversión en IT, en sistemas más sólidos que garanticen la campaña en el ámbito online, no sólo en el offline”, apunta.

 

Para Juan Manzanedo, cofundador de Logisfashion y su consejero delegado, el Black Friday continúa siendo “un desastre” para el sector logístico, “no a nivel operativo, sino de rentabilidad”. Manzanedo subraya que el desplome del consumo en octubre fue la antesala de este fenómeno situado estratégicamente en la última semana de noviembre. “Se ha juntado el trabajo de seis semanas en tres días y esto es difícil de gestionar”, señala.

 

“Para una marca, este periodo puede ser beneficioso porque puede vender un poco más, pero para un logístico es mucho más caro, porque debe gestionarlo con la logística que tiene, estableciendo nuevos turnos y ampliando plantillas con personal no habitual, que penaliza la productividad”, explica el empresario, quien apunta que a todo ello hay que sumar además la negativa del consumidor a hacerse cargo de los gastos de envío.

 

 

 

 

En MRW señalan que se han cumplido sus espectativas, que pasaban por elevar un 30% más el número de envíos de un día normal y un 15% más respecto al Black Friday y al Cyber Monday de un año atrás. Fuentes de la empresa aseguran que año tras año van aprendiendo de las experiencias y cómo evitar los colapsos generalizados.

 

Desde la compañía de transporte urgente señalan que este año han tenido tasas de “entrega efectiva” superior al 90%, gracias en parte a una planificación que empezó seis meses atrás y en la que se tuvieron en cuenta todos los actores y aspectos que involucra la cadena de distribución. En este sentido, MRW explica que mejoró la planificación de la última milla, así como su estructura de plataformas con mayores naves y más automatizadas.

 

 

La última milla, sin apuros

Fernando Benito, cofundador de Paack, aseguró que el último Black Friday, en general, fue mucho mejor que el anterior en cuando a cumplimiento de servicio. “Lo que ha marcado la diferencia este año respecto a anteriores ha sido la planificación”, explicó. En este sentido, según Benito, los retailers han realizado mejores estimaciones de ventas y las empresas de transporte han gestionado mejor los recursos en previsión a lo que iban a necesitar.

 

 

 

 

“Se ha planificado mejor y con más tiempo y el servicio no se ha resentido”, apunta. El empresario señala que a fecha de hoy todos los pedidos ya deberían haber llegado y subraya que, en el caso de Paack, a mitad de la semana pasada ya tenían cerrada la campaña. Según Benito, el Black Friday se ha normalizado lo suficiente entre el sector para poder asumirlo en cualquier época del año.

 

“Para nosotros, más que un sprint es una maratón”, asegura Marta Álvarez, directora general de Stuart. Álvarez explica que, en 2016, la campaña coincidió con el inicio de sus operaciones en España y que ha sido este año cuando lo han vivido de lleno. “Con el Black Friday hemos registrado los niveles más altos hasta ahora de actividad en el país”, afirma la directiva.

 

Stuart, igual que Paack, es una empresa tecnológica enfocada al negocio de la logística. A diferencia de las empresas de almacenaje o transporte, ambas se ocupan de gestionar y optimizar entregas. Según Álvarez, su modelo de negocio les permite gestionar con normalidad estos picos de demanda y sin penalizar su rentabilidad.