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José Monzonís (Fice): “El crecimiento orgánico es insuficiente a medio plazo para facturar entre 200 y 300 millones”

S. Riera

7 abr 2016 - 04:43

José Monzonís es el presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice). El directivo se coloca al frente de un sector que lideró en 2015 el crecimiento de las exportaciones y del empleo en toda la industria de la moda. En los dos primeros meses del año, el calzado ha impulsado su producción industrial, ha elevado su cifra de negocio y ha mantenido su pulso inflacionista.

 

Pregunta: El calzado pisa fuerte; elevó en 2015 la cifra de negocio de su industria, su producción  y, en especial, las exportaciones. ¿A qué es debido esta tendencia al alza?

Respuesta: Por un lado, el aumento de la competitividad en las empresas es real en todos los mercados. Hay apetito por un producto de segmento medio. Y por otro lado, las empresas también están realizando ajustes en contención de costes y de márgenes para mejorar su posicionamiento en los mercados internacionales. La implantación de una marca es un proceso que conlleva tiempo y, cuánto más tiempo llevas en ello, mejor te posiciones. Ahora estamos recogiendo los frutos.

 

P.: La cifra de las exportaciones roza por primera vez los 3.000 millones de euros, ¿cree que queda aún recorrido?

R.: Cuando el 82% de las exportaciones se concentran en el continente europeo no podemos más que ver la botella medio llena y ver que hay un potencial de crecimiento en todo el mundo. Pero para hacer procesos de globalización de marca es necesario generar recursos a corto y medio plazo y estos se obtienen de mercados maduros.

 

 

P.: Las exportaciones de calzado crecieron en 2015 a doble dígito. ¿Será el calzado capaz de mantener este ritmo?

R.: En Europa, el sector continúa ganando cuota de mercado, pero, sin embargo, los países emergentes entraron en el segundo semestre del año pasado en una situación económica compleja y sus consecuencias ya se aprecian en un descenso de las ventas. Mantener un ritmo de crecimiento a doble dígito es muy complicado y hay grandes elementos de incertidumbre en los mercados para poder aseverar que van a continuar. Vamos a tener que esperar a ver cómo evolucionan estas economías.

 

P.: El crecimiento del sector, ¿dependerá sólo de la coyuntura?

R.: La coyuntura será importante. Un referéndum negativo en la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea nos afectará sin duda, por ejemplo.

 

P.: Uno de los objetivos de esta nueva etapa de Fice es dotar a las empresas de los recursos del lean manufacturing para ganar eficiencia empresarial. ¿A qué retos se enfrenta ahora el sector?

R.: Los sistemas de gestión que el sector ha utilizado hasta ahora y que le han permitido mantenerse donde actualmente se encuentra han llegado a sus niveles máximos de eficacia y cualquier mínimo salto, tanto cuantitativo como cualitativo, tendrá que pasar en el futuro por nuevos métodos. Hay empresas de calzado que ya han tenido experiencias buenas en lean y, en definitiva, son métodos generalizados en otros sectores industriales.

 

 

P.: ¿En qué puede ayudar este nuevo sistema?

R.: Son herramientas que pueden ayudar a las empresas a recuperar márgenes. Los objetivos son cuatro: reducir costes, mejorar la agilidad, la flexibilidad y elevar la producción. Son principios básicos para cualquier industria.

 

P.: El sector del calzado está muy atomizado, con un grueso de empresas de tamaño pequeño y mediano. ¿El volumen importa en esta mejora de la eficiencia?

R.: Los sistemas de gestión de operaciones, para empresas de producción, logística o comercializadoras, no tienen nada que ver con el tamaño. El tamaño sólo importa en lo referente al factor de escala y este está asociado al márketing y las ventas y no tanto a los costes productivos. No se trata de una cuestión de unidades productivas sino de recursos para expandir la marca. No se necesita tener un gran tamaño para expandirse de manera global. Y el calzado no puede hablar todavía de tener marcas globales.

 

P.: ¿La relocalización se consolida?

R.: La recuperación de la actividad industrial es moderada, pero se recupera. Las empresas producen cada vez más internamente y, en caso de subcontratar, se realizan más pedidos en España. Esto se produce gracias al posicionamiento de las marcas y de la producción en el país.

 

P.: El calzado en España está cómodamente asentado en un posicionamiento medio. ¿Por qué no da el salto a gamas más altas, situándose al nivel del calzado italiano?

R.: Es difícil de responder. Al final, cada empresa se posiciona donde puede optimizar su beneficio. Y cada uno debe buscar en su estrategia, que es la responsable de al menos el 70% de su éxito. Además, no siempre las empresas de lujo tienen más beneficio que las de segmento medio o medio-bajo. Y todos conocemos cadenas del textil que están lejos del lujo y que tienen jugosos beneficios. En el mercado tiene que haber de todo.

 

P.: En los últimos años, el calzado ha generado un alud de start ups, apoyadas por emprendedores de ámbitos muy lejanos al sector. ¿Era necesaria esta segunda generación de marcas de calzado para dinamizar el sector?

R.: Con la llegada de estas empresas se demuestra que este es un sector atractivo. Su llegada es consecuencia de que existe en el mercado una demanda mucho más fragmentada, que permite la aparición de nuevos nichos que pueden ser atacados, en términos marketinianos, por estos emprendedores. Por otro lado, las nuevas tecnologías facilitan el acceso directo al consumidor final.

 

P.: ¿Las nuevas marcas ganan la partida a las tradicionales en Internet?

R.: El mundo digital ha venido para quedarse y hay que hacer un esfuerzo permanente para adaptarse  es uno de los retos importantes del sector. Tener una estrategia digital no es vender online, va más allá de la venta en un market place propio o ajeno.

 

 

P.: Ante el atractivo de las cifras macro que arroja el calzado en España, ¿cree que atraerá la inversión?

R.: Puede resultar atractivo para pequeños o medianos fondos, pero otra cuestión es si las empresas están abiertas a sus ofertas. La peculiaridad que tiene el calzado es que el empresario es también responsable del desarrollo y del éxito de las colecciones. Me gustaría ver oportunidades en este sentido, porque el crecimiento orgánico puede ser insuficiente en el medio plazo para dar grupos de mayor facturación, que se sitúen entre 200 y 300 millones de euros.

 

P.: La recuperación del sector implica también ampliar plantillas. Después de años de adelgazamiento, ¿tiene el calzado dificultad por encontrar mano de obra cualificada?

R.: El calzado, igual que otros sectores económicos, tiene necesidad de profesionales en nuevos campos de actividad, en nuevas tecnologías, gestión de tiendas o de almacén automatizado, junto con el de oficios más tradicionales. Es importante recuperar oficios perdidos para mantener o potenciar algunas actividades, pero también es importante integrar nuevos conocimientos técnicos y tecnológicos.