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Riadh Attia (Cepex): “El textil en Túnez es estratégico porque crea empleo entre mujeres y jóvenes del interior del país”

S. Riera

3 dic 2015 - 04:45

Riadh Attia es director general adjunto de Cepex, la oficina para el comercio internacional de Túnez. El directivo subraya que el país árabe ha pasado de ser el quinto proveedor de prendas de vestir en Europa al octavo y que, para recuperar posiciones, la industria del país debe dejar de ser sólo un confeccionista y abandonar la batalla del low cost. 

 

Pregunta: Túnez quiere huir de la guerra de precios y ganar competitividad en otros valores. ¿En qué consiste esta nueva estrategia?

Respuesta: Simplemente, no queremos ser un país que sólo se encargue del ensamblado de las prendas, de tantas piezas por minuto.

 

P.: ¿Cuál es entonces el siguiente paso?

R.: Ahora, el Gobierno apuesta por impulsar un programa orientado a crear centros de formación, para mejorar la especialización y la profesionalización en el sector, y centros tecnológicos que den soporte a las empresas.

 

P.: La estrategia es, por tanto, ganar valor añadido…

R.: No es una estrategia, es una obligación. El objetivo ahora es ganar en calidad, en el producto y en el servicio, y apostar por el sector de los textiles técnicos.

 

P.: Pero, en el caso concreto de la moda, cuando habla de ganar calidad, ¿a qué se refiere?

R.: Queremos llegar a hacer el producto completo, con la etiqueta inclusive. No queremos una relación sólo de sourcing, queremos colaborar con las marcas en el diseño y en el desarrollo del producto, hasta el final.

 

P.: ¿Y desarrollar marcas propias?

R.: Por el momento, no. Hay algunas empresas en Túnez que hacen su propia marca, pero es difícil, porque la mayoría de ellas son de pequeño tamaño. Éste no es nuestra apuesta fuerte ahora. Ahora queremos acentuar la cooperación en el sourcing.

 

P.: ¿Por qué este cambio?

R.: Ahora somos el octavo proveedor de prendas textiles a Europa, pero habíamos sido el quinto. Necesitamos una ventaja competitiva que nos ayude a pasar por encima de los demás países que ofrecen precios muy bajos. Para ello, tenemos que ofrecer algo distinto. Tenemos la ventaja de la proximidad, la calidad, el respeto al medio, experiencia en fast fashion

 

P.: Marruecos o Turquía reivindican también estos valores…

R.: Creo que hay suficiente espacio para todos. Contamos con los factores de proximidad y tradición histórica. Nosotros hemos tejido lazos con Francia similares a los que España ha tejido con Marruecos, por ejemplo. No pretendemos ahora quedarnos con el mercado español, pero sí pensamos que hay grupos en el país que buscan calidad y rapidez. Si El Corte Inglés está en Túnez, por ejemplo, es porque el país tiene interés para las compañías españolas. El textil en Túnez puede ser complementario.

 

P.: ¿Continúa siendo el textil un sector estratégico para la economía tunecina?

R.: Es y seguirá siendo estratégico por el peso que sigue teniendo en el empleo, la inversión, las exportaciones, las importaciones, sus socios…

 

P.: ¿Cómo contribuye a mejorar la riqueza de Túnez?

R.: Creemos que el textil es estratégico porque ayuda a crear empleo entre las mujeres y los jóvenes, sobre todo en las zonas del interior del país. Las grandes empresas del sector, las que operan para la exportación, están en su mayoría en la capital, pero tienen los talleres en el interior del país. El paro, sobre todo el juvenil, fue el que provocó la revolución en Túnez y de ahí el interés del Gobierno en impulsar los nuevos centros de formación en el interior.

 

P.: ¿Les preocupa la seguridad para atraer la inversión extranjera?

R.: Ha afectado, sin duda, pero creo que hemos resistido. Hay más de un millar de empresas extranjeras que están trabajando en Túnez y hace más de diez años que están allí y conocen el país. Ha sido una revolución coyuntural y las empresas que han decidido apostar por Túnez se mantienen firmes en su decisión.

 

P.: El textil es el segundo sector industrial en Túnez en exportaciones, ¿planean diversificar los mercados a corto o medio plazo?

R.: A corto plazo, queremos mantener la cuota en los que ya tenemos. La recesión que vive Europa y otros de nuevos mercados habituales hacen que sea difícil mantener el ritmo de crecimiento. A medio plazo, creemos que la creación de valor añadido ayude a elevar las exportaciones, así como la entrada a otros mercados, como Estados Unidos. Creemos que nuestra experiencia en el sector es un valor que les podemos aportar, así como una mano de obra cualificada.

 

P.: Pero si se dirigen a Estados Unidos, no pueden jugar la carta de la proximidad, sólo la del precio…

R.: Nosotros no queremos ser como China. Para atraer producciones de marcas estadounidenses contamos con grandes empresas tunecinas, de más de 4.000 trabajadores y con suficientes recursos financieros, que ya tienen experiencia con firmas como Guess o Timberland. Son firmas que buscan gamas medias y medias-altas.

 

P.: ¿Es un proyecto sólo para grandes compañías?

R.: Las grandes compañías hacen trabajar a las pequeñas.

 

P.: ¿Ha notado los efectos de la relocalización?

R.: Todos hablan de ello, incluso los franceses. Pero la industria se ha globalizado y relocalizar significa producir más caro. Si encareces los precios, cuesta más de vender.